Falleció James Levine, el emblemático conductor de la Ópera Metropolitana de Nueva York
El conductor de orquesta James Levine, que dirigió la Ópera Metropolitana durante más de cuatro décadas antes de ser apartado cuando su salud empeoró y luego fue despedido por sus abusos sexuales, ha muerto. Tenía 77 años.
Levine falleció el 9 de marzo en Palm Springs (California) por causas naturales, según informó el miércoles su médico durante 17 años, el doctor Len Horovitz.
Levine debutó en el Met en 1971 y se convirtió en uno de los artistas emblemáticos de la historia centenaria de la compañía, condujo 2.552 presentaciones y lideró su repertorio, orquesta y cantantes como director musical o artístico desde 1976 hasta que el director general Peter Gelb lo obligó a renunciar en 2016, debido a la enfermedad de Parkinson.
Levine se convirtió en director musical emérito y continuó al frente de su programa de jóvenes artistas, pero fue suspendido el 3 de diciembre de 2017, tras las informaciones publicadas por The New York Post y The New York Times sobre una conducta sexual inapropiada que se remontaba a la década del 60.
La última noticia sobre Levine databa de mediados de 2019, cuando se conocieron los términos del acuerdo judicial al que había llegado con el Met para abandonar su cargo.
En marzo de 2018, tras tres meses de investigación, la Metropolitan Opera de Nueva York había despedido formalmente a su legendario director al determinar que había pruebas “creíbles” sobre su “conducta sexual abusiva”.
Aunque no se hicieron públicos los detalles de la investigación, se especificó que los abusos y el acoso se produjeron “antes y durante” el período en el que trabajó para la compañía. Al menos tres hombres le acusaron de agresión cuando eran adolescentes. Levine se defendió con una demanda por difamación.
Antes del escándalo, Levine fue un maestro muy querido, que ayudó a posicionar al Met, la organización de artes escénicas más grande de los Estados Unidos, como un referente mundial. Durante cuatro décadas se dedicó a actualizar su repertorio, pulir su orquesta, darle un sonido y una identidad propias, además de impulsar las carreras de muchos cantantes.
Los números del maestro estadounidense al frente del Met marcaron un récord. Estuvo cuarenta años como director musical, en los que abarcó un repertorio que fue desde Mozart y Rossini hasta la música contemporánea, con Verdi y Wagner como dos de sus referentes.
Debutó en el teatro del Lincoln Center en 1971, dirigiendo Tosca con Grace Bumbry y Franco Corelli. Se destacó a tal punto que dos años después ya era el director principal de la compañía. Y en 1976 se convirtió, tras Rafael Kubelik, en el director musical del Met. Entre 1986 y 2004 tuvo la responsabilidad adicional de ser director artístico.
Además, Levine trabajó entre 1964 y 1970 como asistente de George Szell en Cleveland. Durante la década del ‘70, cuando colaboró con la Sinfónica de Chicago y la Orquesta de Filadelfia, realizó sus mejores grabaciones sinfónicas de Schumann, Brahms o Mahler para RCA.
Desde esa década también se presentó en los principales festivales europeos, como Salzburgo y Bayreuth, y al frente de la Filarmónica de Viena. Entre algunos de sus hitos se cuentan, en 1976, la dirección de La clemencia de Tito en Salzburgo; en 1982, haber sido el responsable musical de la producción del centenario de Parsifal en Bayreuth, adonde regresó en 1994 para dirigir el Anillo.
En 1999 se convirtió en el sucesor de Sergiu Celibidache al frente de la Filarmónica de Múnich. Cinco años después, dejó ese puesto para suceder a Seiji Ozawa al frente de la Sinfónica de Boston.
También tuvo acercamiento a producciones populares: apareció en la película de animación Fantasía 2000, de Disney, y fue el director de Los Tres Tenores en 1998.
En 2011 tuvo que renunciar a su puesto en Boston por una grave afección vertebral, que lo mantuvo lejos de los escenarios hasta 2013. Ese año Levine regresó al Met y siguió dirigiendo con la ayuda de los músicos de la orquesta, los cantantes y el coro por sus problemas para controlar el brazo izquierdo.
En 2016, después de padecer durante quince años de graves problemas de espalda, que se sumaron al Mal de Parkinson, anunció su retiro como director musical del Metropolitan Opera. Quedó como director honorífico, cargo que debió abandonar cuando se conocieron las denuncias en su contra por acoso sexual. (Clarín)