Draghi aceptó oficialmente el cargo de primer ministro
El economista Mario Draghi, considerado el salvador del euro en 2012 durante la crisis de la deuda, aceptó el cargo de primer ministro para gobernar Italia, luego de haber cosechado el respaldo de casi todos los partidos políticos para formar un gobierno para rescatarla de la emergencia sanitaria, política y económica que atraviesa.
Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE), anunció la lista de los ministros, entre personalidades políticas y técnicos, al término de una reunión en el Palacio del Quirinal con el presidente de la República, Sergio Mattarella, reportó la agencia de noticias AFP.
El Ministerio de Economía, recayó en el vicegobernador del banco central italiano, Daniele Franco, de 67 años, quien es considerado uno de los mayores expertos en finanzas públicas de la península, es una de las figuras más cercanas a Draghi, y deberá hacer frente a la grave recesión que Italia atraviesa, agravada por la pandemia.
“Nunca te rindas”, es el lema de Draghi, según contó a la prensa poco antes de ceder el testigo a Christine Lagarde al frente del Banco Central Europeo (BCE) en octubre de 2019, tras un mandato agitado, marcado por tormentas bursátiles y tensiones en la institución.
“Mario Draghi es una persona sumamente preparada y determinada”, según Giuliano Noci, profesor de Estrategia en la Escuela Politécnica de Negocios de Milán.
En ocho años bajo la batuta de Draghi, el BCE tomó medidas que eran inimaginables cuando nació el euro hace 20 años: recortar las tasas de interés hasta llevarlos a territorio negativo, inyecciones de liquidez a través de compras masivas de activos en el mercado y préstamos gigantescos a los bancos.
Mario Draghi sucedió en noviembre de 2011 al francés Jean-Claude Trichet a la cabeza del BCE, en una zona euro sacudida por la crisis de la deuda.
Desde mediados del 2012 tuvo que lidiar con un aumento en las tasas para préstamos de países con finanzas exangües, como Italia y Grecia, y con la amenaza de implosión del bloque monetario.
Apodado “Súper Mario”, el banquero central improvisó entonces unas palabras durante un discurso en Londres. Dijo estar dispuesto a “lo que sea necesario” para apoyar a la zona euro.
Esas palabras mágicas tranquilizaron a los mercados, espantaron a los especuladores y salvaron la moneda única.