Salgado: “De ningún modo admito la posibilidad de un suicidio y menos con un arma de por medio”
Luego de la multitudinaria marcha del silencio de ayer, la ex mujer de Alberto Nisman expresó su visión sobre la muerte del fiscal; evitó hablar sobre la Presidenta, cuestionó el avance de la investigación y dijo que “la gente necesita creer en la Justicia”.
A un mes de la muerte de Alberto Nisman y tras la multitudinaria marcha del silencio que ayer unió el Congreso con la Plaza de Mayo, la ex mujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, abonó la hipótesis de que el funcionario fue asesinado.
“De ningún modo admito la posibilidad de un suicidio y menos con un arma de por medio”, expresó la magistrada de San Isidro en diálogo con radio Vorterix. Durante la entrevista, la jueza evitó hablar sobre la presidenta Cristina Kirchner, cuestionó el avance de la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein y se mostró sorprendida por la manifestación de ayer, a la que asistió con su hija mayor y la madre de Nisman, Sara Garfunkel. “La gente necesita creer en las instituciones y en la Justicia”, afirmó.
“Queremos que se despeje en el expediente si esto fue un suicidio o un homicidio, más allá de mi certeza, que no es objetiva”, dijo Arroyo Salgado en un pasaje de la entrevista. Y cuando fue consultada puntualmente sobre si creía que Nisman, quien estaba a cargo de la unidad especial AMIA y días antes de morir había denunciado a Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento a Irán, se había suicidado, respondió: “No lo creo, por su personalidad y porque entiendo que no tenía motivos. Era una persona que, por su forma de ser, de ningún modo yo admito esa posibilidad [del suicidio]. Y mucho menos como se ha presentado, con un arma de por medio”.
“UNA INVESTIGACIÓN PARCIAL”
Luego habló sobre la investigación que llevan adelante la fiscal Fein y la jueza Fabiana Palmaghinidesde el día en que se conoció la muerte de Nisman, el 18 de enero pasado. “Espero que trabajen tranquilas y sin condiciones; no quiero emitir juicios de valor mediático”, expresó la magistrada, aunque luego reiteró su necesidad de que un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) garantice la parcialidad en la investigación.
“Me vi obligada a pedir un veedor. En esta coyuntura judicial, política y mediática, no están dadas las garantías para que sea una investigación totalmente imparcial y sin riesgos. Me parece muy importante que sea un resultado que la opinión publica lo crea. Que la Justicia le de confianza a la gente”, señaló.
Me vi obligada a pedir un veedor. En esta coyuntura judicial, política y mediática, no están dadas las garantías para que sea una investigación totalmente imparcial y sin riesgos
Las dudas sobre la investigación quedaron a la vista la semana pasada, cuando la propiaArroyo Salgado presenció una nueva inspección ocular que se hizo en el departamento de la torre Le Parc, en Puerto Madero, donde fue hallado muerto su ex marido.
“En la última inspección ocular se usó una tecnología que no se ha empleado anteriormente en la escena del crimen [un mes atrás]”, dijo la magistrada, que aquel día estuvo acompañada por los peritos que designó como querellante en la causa, donde representa a las dos hijas que tuvo con Nisman.
Recordó cuando fue jueza en el caso del ex represor Héctor Febres, que fue envenenado en diciembre de 2007. “Cuando me tocó el caso Febres, para la autopsia yo esperé a todos los que podrían tener una parte y que puedan tener un perito designado. Yo presencié todo el proceso. Cuanto menos en eso, lo hubiese hecho distinto”, dijo, comparándose con Fein y Palmaghini.
Volvió a admitir que conocía a Diego Lagomarsino, el técnico informático que le entregó a Nisman la pistola con la que apareció muerto. Pero no brindó detalles de esa relación: “Hay cuestiones que todavía no me han preguntado y hasta que no haya garantías no voy a decir nada”.
EL IMPACTO DEL 18F
Arroyo Salgado no habló de Cristina Kirchner, recientemente imputada por la acusación que presentó su ex marido días antes de morir y que tras hablar al principio de un suicidio, dijo que fue asesinado debido a una interna en los servicios de inteligencia. Días atrás, la jefa de Estado también cuestionó la marcha del 18F.
“No voy a polemizar sobre las palabras de la Presidenta”, apenas expresó, y remarcó sobre el apoyo que recibe de sus hijas, Iara y Kala, en estos días: “Mis hijas son la alegría y la esperanza. Están llenas de energía positiva y yo trato de transmitirles el saber de guardar silencio”.
Allí fue cuando se mostró impresionada por la multitud de personas que ayer marchó en el microcentro porteño -unas 350.000 según un relevamiento propio de LA NACION-. La magistrada fue con la hija mayor que tuvo con Nisman, Iara. “Ella se enteró [de la marcha] y me lo transmitió a mí. Me dijo, desde su inocencia, que tal vez yendo con sus amigas que nadie se daba cuenta”, relató.
Finalmente, los familiares de Nisman y Arroyo Salgado participaron en la manifestación lejos de la cabecera de los fiscales que convocaron a la marcha del silencio. Mantuvieron un gesto serio durante la caminata, en la que fueron rodeadas por un grupo de custodios, y no se inmutaron pese a la lluvia torrencial que no paró durante las dos horas que duró el recorrido hasta la Plaza de Mayo.
“Todo esto impacta doblemente en mis hijas. Empiezan la semana que viene en el colegio y quiero agradecerles porque recibieron un apoyo tremendo. Yo necesito que sea lo menos traumático para ellas y no quisiera que su nivel académico decaiga”, expresó la magistrada.
Fuente: La Nación.
