jueves, noviembre 21, 2024
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El guiño de Cristina a Randazzo reavivó la interna oficialista

El protagonismo que le dio en el acto de la Casa Rosada dejó incómodo al sciolismo; Domínguez y Urribarri se mostraron juntos para dar un gesto.

El guiño público que la presidenta Cristina Kirchner le envió anteayer al ministroFlorencio Randazzo comenzó a dibujar un creciente escenario de polarización dentro de la primaria del Frente para la Victoria, que hasta ahora estaba monopolizada por el gobernador Daniel Scioli.

Sin definiciones claras, la Presidenta deja correr la posibilidad de posicionar al titular de la cartera de Interior y Transporte para convertirlo en uncandidato competitivo que le dé el margen de maniobra necesario cuando el 20 de junio se presenten las listas de quienes competirán para sucederla. Ayer, el propio Randazzo resaltó en un comunicado que se siente “respaldado por la Presidenta”. Pero no hay decisión tomada, repiten fuentes oficiales, respecto de si Randazzo terminará siendo el candidato elegido por la Presidenta, pero para la constelación política oficial los gestos que comenzó a enviarle Cristina Kirchner dividen aguas.

En el sciolismo, el discurso presidencial generó un tembladeral y nadie ocultó que el apoyo que le dio anteayer estuvo destinado a marcarles un límite. Mientras Randazzo disfruta el momento, el resto de los postulantes del Frente para la Victoria apuraron fotos para mostrarse que siguen en carrera. Ayer, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, se juntaron para homenajear a Cesar “Chacho” Jaroslavsky. Pero la imagen habla por sí sola en clave electoral.

En La Plata no ocultaron el cimbronazo por el respaldo que Cristina le dio a Randazzo y el reclamo para que los candidatos a presidente hagan públicas sus declaraciones juradas de bienes, reto que sólo fue destinado al gobernador, el único de los que hoy están en carrera -entre oficialistas y opositores- que se negó a darla a conocer.

Pero sostienen que, más allá de lo que consideran un desplante presidencial, lo que les preocupa no son los guiños de Cristina, sino la coyuntura política ante el temor de que el Gobierno no logre salir airoso de la crisis que provocó la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman y que eso, en definitiva, los perjudique.

Scioli se ve ganador en las primarias del Frente para la Victoria, pero tras su giro de hacer cristinismo explícito, una baja en la consideración general del Gobierno lo perjudica personalmente. “No entiende cómo habiendo cuestiones para marcar la agenda [la Casa Rosada] no lo hace y se mete en el barro que promueve la oposición con el caso Nisman”, reflexionó ante LA NACION un colaborador del gobernador.

Según anticipan a su lado, Scioli va a seguir pregonando la unidad del peronismo como manera de concentrar el apoyo de los gobernadores. En charlas con sus allegados comenta que necesita un triunfo en primera vuelta, por lo que necesita que el aparato del PJ se encolumne detrás de su candidatura.

Con la teleconferencia que ayer subió las acciones de Randazzo, los funcionarios comienzan a mirarlo con otros ojos. Él viró su estrategia. Dejó de despegarse del cristinismo puro y se aferró, tras el cambio de Scioli, en redoblar su apoyo a la Presidenta. Ambos se pisan los talones en la organización de las agendas de campaña. Hoy estarán los dos en Mar del Plata. Scioli hablará a las 17 desde la ciudad balnearia sobre descentralización policial, y promete mostrar músculo político con 90 intendentes. Unas horas antes, a las 11, Randazzo estará en la estación ferroautomotora con anuncios de gestión.

La disputa territorial comenzó a darse cuerpo a cuerpo. El fin de semana pasado los dos coincidieron en Río Negro, aunque se mostraron por separado. Scioli con Miguel Pichetto y Randazzo con Martín Soria, intendente de General Roca, que igual jugó a dos puntas.

En el medio, el resto de los candidatos del Frente para la Victoria acusan recibo y arman encuentros para mantenerse vivos, como la foto que ayer protagonizaron Domínguez y Urribarri. En el despacho del ministro del Interior preparan reuniones con ambos. El próximo 27 el funcionario estará junto al presidente de la Cámara de Diputados en Chacabuco y mantiene diálogos con el entrerriano. Ninguno de los dos se disparará, creen, hacia Scioli, al que le dispensaron todo tipo de críticas en público..

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