Cámara Argentina de Comercio destaca la recuperación del sector y dice que el dólar oficial “es competitivo”
El nuevo presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, afirmó que “hay algunas señales positivas” como “un crecimiento del 5,8% interanual” en la actividad comercial de septiembre, y sostuvo que “el tipo de cambio oficial está bien” porque a los empresarios les “permite ser competitivos”.
“Hay algunas señales positivas, por ejemplo que en septiembre hubo crecimiento interanual de 5,8% en el sector comercio que ojalá perdure”, indicó Grinman, al tiempo que señaló que “el tipo de cambio oficial está bien, nos permite ser competitivos”.
El flamante titular de la CAC, que asumió la semana pasada, nació en Concordia en 1952, integró la Cámara Gráfica de Entre Ríos y la Federación Argentina de la Industria Gráfica; y en 1985 se incorporó a la Cámara de Comercio, ocupando desde entonces distintas posiciones tanto en el Consejo Directivo como en la Mesa Ejecutiva.
Los siguientes son los tramos principales de la entrevista con Télam
Télam: ¿Cómo se encuentra el sector a poco de terminar el año?
Mario Grinman: Hay algunas señales positivas, por ejemplo en septiembre hubo un crecimiento interanual de 5,8% en el sector comercio, medido por el Indec, que ojalá perdure. La Cámara representa al 65% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional. Pero lo que vemos para el futuro es un panorama no muy optimista, somos muy moderados, estamos muy preocupados por el futuro. Entendemos que desde el Gobierno, especialmente del presidente Alberto Fernández, quieren lo mejor para el país, tienen las mejores intenciones, pero lamentablemente no tienen las herramientas necesarias.
T.: ¿Qué espera que el Gobierno haga para reducir esa preocupación?
M.G.: El Gobierno hoy no puede bajar impuestos por la situación de déficit y de necesidades que hay. Somos conscientes de eso. Pero pedimos que si no los puede bajar, no los aumente en montos y cantidades. Por eso somos críticos del impuesto a la riqueza. Esa no es la solución. Tenemos que triplicar las exportaciones para generar genuinamente las divisas que necesitamos. Queremos acompañar, esta no es una cámara de protesta sino de propuestas. Dentro de lo que esperamos, fundamentalmente, es tranquilidad en lo político. Con un panorama político tranquilo solucionaremos de manera más rápida los problemas económicos.
T.: ¿Cómo analiza la evolución del tipo de cambio?
M.G.: El tipo de cambio oficial está bien, nos permite ser competitivos. El tema de la brecha con el dólar blue es histórico y problemático. Los argentinos no confiamos en nuestra moneda y con argumentos: desde finales de 1800 hasta la fecha, le cambiamos cinco signos monetarios y le quitamos 13 ceros. Ojalá ahora podamos tener una moneda confiable. El tipo de cambio oficial es absolutamente razonable, pero la brecha hace que todo se complique. Y también hay que entender que hay algunos problemas con las importaciones. Y la Argentina, para su movimiento, depende en un 88% de productos importados, aunque parezca mentira.
T.: ¿Por qué es tan elevada esa dependencia?
M.G.: Le pongo como ejemplo: uno va a comprar una caja de jugo a un supermercado y el tetra brik que contiene el jugo tiene componentes importados. Si el Gobierno quiere cerrar ese 12% restante de importaciones, para que no compren vinos de España o televisores chinos, eso no cambia nada, no mueve el amperímetro. Pero cuando se dificulta el ingreso de materia prima básica para desarrollar productos, se complica y aumentan los precios. En estos momentos no se puede importar como uno desearía. Eso es motivo fundamental para el aumento de los precios. Otro ejemplo: la logística transporta en camiones, y los camiones tienen cubiertas importadas. Y si miramos a las cubiertas nacionales, el caucho con el que se fabrican es importado. Por lo tanto, es impensado cerrar la economía y vivir con los nuestro.
T.: ¿Eso motivó que se haya revertido la desaceleración de la inflación en octubre?
M.G: La inflación tiene varios componentes. Está relacionada también con la emisión de dinero. A mayor circulación de dinero, la gente se lo desprende y eso genera inflación. La inflación es histórica, recurrente y, por ahora, en la Argentina no tiene solución. Tiene que ver con la confianza y la credibilidad en la moneda de uno. Si uno pudiera guardar pesos en lugar de gastarlos o cambiarlos por dólares, la inflación bajaría.
T.: ¿Cómo evalúa los programas de ayuda brindados por el Gobierno a personas y empresas durante la pandemia?
M.G.: El Gobierno concurrió con las pocas herramientas que tenía e hizo un enorme esfuerzo. Lo valoramos. Ahora sería bueno que trate de continuar con la ayuda, para sectores vulnerables pero también con el ATP (Programa de Atención de Emergencia al Trabajo y la Producción). Hay sectores de la economía, especialmente el turismo, que no levantan, no hay manera. Entonces ese ATP que ayuda a pagar los salarios es absolutamente necesario para estos sectores. Para atender la pandemia y mitigar la crisis, el Gobierno concurrió con lo que pudo, hizo todo lo que pudo, y eso hay que respetarlo.