La momia en perfecto estado de las Islas Canarias de más de 850 años
Luego de cinco años de investigación presentó un documental sobre “Las momias guanches” que fueron halladas en las Islas Canarias , España, y que estudia los secretos de las técnicas milenarias de embalsamiento y desvela muchos detalles desconocidos de la momia guanche mejor conservada del mundo.
Estas investigaciones tuvieron como objetivo saber más sobre unos procesos de momificación que realizaban los antiguos aborígenes de la isla de Tenerife, que se extendieron en las islas hasta mediados del siglo XV, donde los investigadores hallaron una intención de momificar, con el más allá como posible aspiración.
Con la llegada de los castellanos a las Islas Canarias a finales de ese siglo se produjo un enorme choque entre dos culturas que se desconocían mutuamente.
Los aborígenes quedaron asombrados al ver cómo gente armada y con herramientas que ellos no conocían desembarcaban en sus tierras, mientras que los hombres de Castilla se sorprendieron de la altura de unos nativos con rasgos que jamás vieron.
La guerra entre ambos pueblos fue inminente, y con el paso de los siglos la cultura guanche fue desterrada al olvido. No obstante, este pueblo dejó una valiosa herencia con sus momificaciones que permite a arqueólogos y expertos conocer como tomaban la vida y la muerte los antiguos habitantes del archipiélago español.
La técnica aplicada se destaca por su perfecta conservación de elementos, como la dentadura, y que se diferencia de la técnica egipcia en su conservación de las vísceras y en una preservación intacta de la musculatura.
Cuando un guanche fallecía, independientemente de que fuera hombre o mujer, su cuerpo era sometido a un tratamiento de momificación que consistía, a grandes rasgos, en ser embadurnado con una mezcla de hierbas, savia de drago, piedra pómez, tierra y restos volcánicos que, además, eran introducidos en el cuerpo por boca y ano.
A continuación, el cadáver era dejado al sol durante 15 mañanas consecutivas, mientras que las hogueras le acompañaban durante 15 noches. Se lograba así una deshidratación mayor que la que los egipcios conseguían en 70 jornadas. Posteriormente el cadáver, ya desecado, se guardaba en una de las numerosas grutas volcánicas de la isla. En teoría, hasta la Eternidad.
Misterio que también invade a los aborígenes canarios, a los que se les llegó a atribuir un pasado vikingo, por su pelo rubio y ojos azules, pero que, finalmente, las investigaciones han emparentado con el pueblo bereber, estableciendo de esta manera una posible explicación a la técnica de momificación guanche, al ser el pueblo bereber vecino del egipcio.
Además, era un pueblo que resaltaba por su extremada violencia, ya que muchos de los cráneos analizados presentan fracturas. Aunque las muertes más comunes no se producían por eso, sino que eran mayoritariamente causadas por sinusitis o infecciones bucales.
En cuanto a la momia que sorprende por su estado, gracias a las investigaciones, lograron confirmar que se trataba de un individuo que pertenecía a una clase dirigente, y se descifró que su antigüedad, es de unos 900 años, así como la edad de la persona fallecida, entre 45 y 50 años. Como dato curioso, manifestaron que el pelo que cubría la cabeza de la momia, que durante años había sido un misterio, es en realidad un conjunto de mechones pegados con adhesivos.
Esta momia ha sobrevivido, casi intacta, hasta la actualidad y sirve para conocer mejor los orígenes del pueblo canario, que hoy en día aún conserva entre un 30 y un 40% de relación por línea materna con los primeros aborígenes.