“No se puede agarrar a las mujeres a piñas”
El presidente de Uruguay, José Mujica, se refirió a la violencia doméstica, un mal que azota a Uruguay y que se reavivó por hechos entre inmigrantes de Medio Oriente.
El presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, lanzó otra de sus características frases que puede llegar a transformarse en otro hit: “Nadie puede agarrar a la mujer a las piñas”, lanzó el mandatario en alusión a sospechas de violencia doméstica en el seno de familias de Medio Oriente que llegaron como refugiadas en octubre último.
“Sean sirios, japoneses, mongoles o angoleños, acá no se puede agarrar a la mujer a las piñas. Esto hay que entenderlo y es una cultura que tenemos que desterrar”, dijo Mujica a la radio local uruguaya Rural.
En tanto, el presidente uruguayo a sus conciudadanos a reconocer que la violencia doméstica es un mal presente en el país: “Vamos a ponernos las manos en el pecho. Todavía en nuestra sociedad hay varoncitos que les pegan a las mujeres (…) no miremos para otro lado, vemos el borrón eventualmente en una familia siria y no lo vemos en la nuestra”.
En Uruguay nueve mujeres han muerto víctimas de violencia de género en lo que va de 2015.
El diario uruguayo El Observador alertó el miércoles sobre supuestos hechos de violencia doméstica en una de las cinco familias sirias acogidas en Uruguay como refugiadas de la guerra civil que vive ese país desde hace varios años.
“No constan denuncias de violencia doméstica, ni directa, ni de vecinos ni existe constancia en comisarias barriales. Cuando hubo presunción por las características personales de algún jefe de hogar se procedió a alentar a la policía comunitaria y a las ONG especializadas”, señaló un vocero del gobierno, Diego Cánepa.
Por su parte, la senadora Lucía Topolanski, esposa de Mujica y candidata por el oficialista Frente Amplio a la intendencia de Montevideo, dijo que conocía la existencia de “algunos problemas”.
En tanto, los Hermanos Maristas -que cobijaron en sus instalaciones a los refugiados a su llegada a Montevideo hasta que el gobierno dispuso viviendas permanentes- negaron que “integrante alguno de la Congregación haya presenciado actos de violencia doméstica entre las familias sirias”.