La tormenta Eta deja tres muertos y destrozos en su avance por Centroamérica
Los vientos del ciclón Eta, que golpeó con fuerza las costas caribeñas de Nicaragua y Honduras, dejaron al menos tres muertos y comunidades bajo agua por las fuertes lluvias, desborde de ríos y cortes de carreteras en el avance de la tormenta por Centroamérica, informaron este miércoles fuentes de los servicios de emergencias.
En Nicaragua, Eta dejó dos muertos, tras el derrumbe de una mina artesanal en Bonanza por las lluvias, mientras que en Honduras una niña murió por el derrumbe de una vivienda en la norte del país, consignó la agencia AFP.
En Bilwi y las comunidades adyacentes del Caribe viven unas 100.000 personas, en su mayoría indígenas dispersos en poblados que han sido afectados por el huracán.
Allí, Eta destrozó buena parte del muelle de la ciudad, que mueve la actividad pesquera y económica de la región y por donde se movilizan los pobladores de aldeas costeras.
“El muelle sufrió daños considerables”, incluida la parte de carga internacional, afirmó el director de la gubernamental empresa nacional de puertos, Virgilio Silva.
Eta se aproximó la tarde del miércoles a Honduras, donde provocó crecidas de ríos, inundaciones, miles de evacuados y destrucción de puentes y carreteras, lo que obligó a decretar alerta roja, anunció el presidente Juan Orlando Hernández, tras reunirse con organismos de socorro.
En Bilwi, donde viven más de 40.000 indígenas miskitos, afrodescendientes y mestizos, autoridades comenzaron a evaluar este miércoles los daños y limpiar los escombros, tras dos días de intensas lluvias.
Eta dañó el techo parcial o totalmente de numerosas viviendas, tumbó árboles y cables del tendido eléctrico, según reportes preliminares en Bilwi, donde el fenómeno impactó el martes como un huracán categoría 4 (en una escala de 5), con vientos de 240 km/h.
Las autoridades intentaban llegar a las comunidades costeras más afectadas como Wawa, Karatá y Halouver, pero el mar embravecido impedía la salida de embarcaciones, y por tierra no hay acceso.
“La información que tenemos es que la comunidad de Wawa ya no existe, se metió totalmente el mar a la comunidad, y Karatá tampoco, está muy golpeada, igual que Halouver”, dijo Kevin Gonzalez, voluntario de los cuerpos de socorro de la zona.
La tormenta, que se movía por Nicaragua con vientos máximos de 95 km/h, también está “produciendo inundaciones repentinas amenazantes para la vida en América Central”, alertó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Este miércoles, Eta entró a los municipios de Rosita, Siuna y Bonanza, una zona montañosa dedicada a la extracción de oro en el Caribe norte nicaragüense, y se espera que el jueves ingrese a Honduras, según el NHC.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras informó que Eta avanzaba a 13 km/h, y que antes de su llegada unas 3.000 personas debieron ser trasladadas a albergues.
Los derrumbes destruyeron nueve carreteras y al menos cinco puentes, mientras que el paso estaba interrumpido en decenas de comunidades por deslizamientos de tierra, incluyendo la principal carretera del país, que comunica Tegucigalpa con San Pedro Sula, 130 km al norte de la capital.
En la ciudad de El Progreso, 180 km al norte de Tegucigalpa, las autoridades evacuaron a unos 700 presos de la cárcel al inundarse por la creciente de una quebrada y fueron trasladados a dos gimnasios.