El líder de la ONU instó a “evitar una nueva Guerra Fría” al abrir la Asamblea General
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó hoy a “un cese al fuego mundial” para “evitar una nueva Guerra Fría” e indicó que “el coronavirus puso al descubierto las fragilidades” en el planeta, al inaugurar la 75ª Asamblea General de la organización.
“Estamos avanzando en una dirección muy peligrosa”, alertó el portugués al denunciar la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos.
“Nuestro mundo no puede darse el lujo de un futuro donde las dos mayores economías se reparten el planeta en una Gran Fractura, cada una con sus propias reglas comerciales y financieras y capacidades de internet y de inteligencia artificial”, apuntó.
Guterres, uno de los pocos líderes que habló desde la sala de la ONU, también recordó que desde marzo llama al cese de hostilidades para facilitar la lucha contra la Covid-19.
“Llegó la hora de dar juntos un nuevo impulso a la paz y a la reconciliación. Llamo a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos –bajo el liderazgo del Consejo de Seguridad- para lograr un alto el fuego mundial de aquí a fin de año”, dijo.
En la apertura, el secretario general aseguró que el mundo se enfrenta a un momento histórico por la pandemia que generó “una crisis de salud épica, la mayor calamidad económica y la pérdida de puestos de trabajo desde la gran depresión y nuevas y peligrosas amenazas a los derechos humanos”.
“El coronavirus puso al descubierto las fragilidades del mundo, el aumento de las desigualdades, la catástrofe climática que amplía las divisiones de la sociedad y la corrupción desenfrenada”, manifestó.
“Por primera vez en 30 años la pobreza está aumentando, los indicadores de desarrollo humano están disminuyendo y nos estamos desviando del camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible” trazados por la ONU para el 2030, agregó.
Guterres urgió además a los líderes internacionales a guiarse por la ciencia y a dejar de lado el populismo y el nacionalismo.
El jefe de la organización subrayó que los Gobiernos deben unirse, actuar con más solidaridad y tener humildad para admitir que “un virus microscópico puso de rodillas al mundo”.