Natalia Oreiro recibió una lección de su hijo Atahualpa
Desembarcó hace relativamente poco en las redes sociales y hace unos días también fue su marido Ricardo Mollo. Natalia Oreiro se desenvuelve con total naturalidad: realiza Instagram Lives, comparte posteos a diario y hasta tiene su propio filtro, donde sus fanáticos y muchos colegas famosos entonan sus más conocidos hits de telenovelas.
Pero esta vez la tecnología le jugó en contra. La actriz, que predica una crianza sin pantallas para su hijo Merlín Atahualpa fue sorprendida por el niño mientras tomaba una fotografía de una marquise de chocolate para un posteo. Avergonzada, relató que “Ata” le preguntó con ironía si lo subiría “allá arriba” y, aunque la respuesta era afirmativa, ella quedó en off side y no supo bien qué contestarle.
“Tiene 8 años y no es tecnológico. Nosotros le promovemos un mundo con poca pantalla. Y claro me ve a mí ahora así y es: haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. No es que no lo dejamos, él no lo pide porque no lo acostumbramos a eso”, argumentó la artista, durante un Instagram Live con su colega Claudia Albertario, y a la vez reconoció: “Obvio que si me ve a mí todo el día con el teléfono me lo va a pedir, eso es así. Los hijos hacen lo que hacen los padres. Pero él mira pelis, vamos al cine, no es que no mira nada pero se acostumbró a otra cosa de repente. Hace Origami, carpintería. Yo tenía una cámara de fotos chiquita que me he comprado y la agarra él y se la pasa sacando fotos a las flores”.
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Respecto a su inclinación musical, luego de que su mamá compartiera con sus seguidores una imagen de su hijo con Mollo tocando la guitara, señaló: “Ahora está con el papá en el estudio que tenemos en casa. Le gustan los instrumentos pero no es que toca la guitarra, tenemos un piano en casa entonces toca un poco pero no es que decís: “chaaau, no sabes como mi hijo toca la guitarra”. Como cualquier otro chico que se interesa un poco lo deja y se interesa con otra cosa”.
En su rol de mamá, la artista que tiene su propio documental se autocalificó como “un desastre” y explicó sus razones. “Todas las madres hacemos lo que podemos. Trato de ser lo más consiente posible del mundo que quiero para él, el mundo que quiero darle en casa. También trato de ser lo más abierta posible, criarlo con libertad, reírme de mis errores, él me enseña un montón. Este ejemplo que me puso que yo estaba filmando como una tonta la torta de marquise y me dijo: “la vas a subir ahí arriba?” Yo digo: “qué idiota”. Y sí, la iba a subir “ahí arriba” pero no la subí. Después me comí toda la torta y no subí nada. Tendría que haber subido mi panza”, remató con humor. (TN)