Murió el violinista Fernando Suárez Paz
Fernando Suárez Paz, uno de los referentes del violín en el tango -y uno de los grandes compañeros de aventuras que tuvo Astor Piazzolla en la última etapa de su carrera- falleció hoy, luego de agravarse el cuadro por el que estaba internado, desde hacía varios meses, en el Sanatorio Trinidad de Pilar. El “Negro”, como también se lo conocía en el mundillo tanguero, tenía 79 años.
Suárez Paz era violinista de tango a pesar de los años que había pasado interpretando música clásica. Solía bromear con una anécdota que definía su carrera. Cuando en un conjunto le decían que había que tocar “Don Juan” (antiguo tango de Ernesto Ponzio y Ricardo Podestá) Fernando preguntaba: “¿Cuál, el de Strauss?”
Había nacido en Ramos Mejía, el 1° de enero de 1941. A los 5 comenzó a tocar con un violín que le había regalado su padre, sin saber, ninguno de los dos, que esa sería en el futuro su manera de ganarse la vida y de hacerse conocido.
Sus primeros pasos en la música académica fueron en la orquesta Sinfónica Juvenil de LRA Radio del Estado. Más tarde integró la Sinfónica Nacional y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. En el ambiente tanguero tocó en proyectos de Enrique Francini, Orlando Trípodi, Tití Rossi, Horacio Salgán, Miguel Caló, Fulvio Salamanca, Pedro Laurenz, Aníbal Troilo, Mariano Mores, Atilio Stampone, Leopoldo Federico, Osvaldo Requena, Néstor Marconi, Osvaldo Berlingieri y Raul Garello, entre otros.
Sabía de lo que era capaz, pero también podía aprender de la autocrítica: “Antes había muchas oportunidades y propuestas. Fijate que debuté a los 14 y no agarraba una, pero ya a los 18 me llamaban como agregado de la orquesta de Troilo. Así me fui haciendo“, contaba a LA NACION, hace una década.
En 1878 ingresó al Quinteto Nuevo Tango, de Astor Piazzolla, que integró durante una década, hasta su disolución. Con Piazzolla grabó 18 discos. De esa época guarda el honor de que Astor le dedicara el tema “Escualo”.
Quinteto Nuevo Tango, de Piazzolla, con Fernando Suárez Paz
Cuatro años después de la muerte de Piazzolla, Suárez Paz fundó un quinteto que se dedicó a interpretar la obra del bandoneonista. De esa época quedaron dos discos, Milonga del Ángel y Por amor a Astor. También de esos años es el álbum Fuga y misterio, que registro con el prestigioso Dúo Assad.
“Yo grabo bastante. No solamente tango. Cada vez que se necesita de distintos países que se grabe una [sección de] cuerda acá, la armo y la grabamos en dos patadas. Además, estoy invitado continuamente a tocar en Europa. Si soy conocido es porque con Piazzolla anduve por todos lados. Si no, sería un músico más“.
Su actividad musical continuó hasta 2017. Como broche de tantos años de labor, su hijo Leonardo, también violinista, le dedicó un concierto en el CCK. Ce Suárez Paz, la hija de Fernando, también hace carrera en la música, como cantante.
“Pasé a ser ‘el negro’ para siempre -decía-. Hasta Gabriel Senanes me dedicó un concierto que se llama En Canto Negroriano. Y en un disco de Paquito D´ Rivera, Piazzolla dijo: “Poné Negro Suárez Paz”. “¿Por qué “negro”? -le dijeron en Estados Unidos-. No lo ofendas“. Terminaron poniendo “indio Suárez Paz”. Se ve que me querían hacer un favor“, recordaba. (La Nación)