lunes, noviembre 25, 2024
Espectáculos

El delicado estado de salud de Susana Romero

Susana Romero habló de su complicado estado de salud tras dos intervenciones de corazón. Además, admitió que transita este difícil momento en soledad ya que sus hijas no pueden cuidarla por cuestiones de distancia geográfica.

Tuve dos operaciones de corazón complicadas. No me siento bien, me falta el aire, estos días no me ayudan y la soledad tampoco. Ayer y hoy fueron los peores días, hay otros días en los que zafo”, dijo la ex vedette en “Confrontados”, El Nueve.

Y añadió: “Estoy en plena recuperación, me falta todavía porque encontraron también que tengo una parte de la carótida semitapada. Es todo por el estrés, porque no fumo, no tomo nada”.

Y relató cómo surgieron los problemas en su salud: “Hace más de tres años que vengo con problemas y cada vez peores porque nadie daba en la tecla. Pensaban que era un tema óseo y otras cosas, menos lo que tenía. Con los estudios, me dijeron que no tenía nada en los huesos y que quizá fuera algo cardíaco. Y salió que sí, tengo un soplo en el corazón de toda la vida. Tengo el 76 % de las arterias tapadas, y también la femoral de las piernas, más el corazón y la carótida”.

Me quisieron hacer tres by pass y me negué. Entonces, me hicieron cinco stent en las piernas. Me tuvieron que coser las arterias. Tomo muchos remedios, estoy harta. El médico me obligó a hacerme la segunda operación. Yo no me quería operar más. Cada una duró seis horas. Estoy tan cansada… Y me hice las dos operaciones en el medio de la pandemia, con apenas un mes y pico de diferencia. Pero bueno, sigo respirando. Hasta cuando, no sé”, remarcó Romero.

Y aseguró sobre la ayuda de sus hijas a la distancia: “Estoy acostumbrada a estar sola siempre. La nena tiene mucho miedo, no la puedo obligar. Mis hijas me llaman todos los días, mi hija de España y mi hija de acá me manda lo que necesita para que no salga a comprar. De lejos, me cuida un montón, y hace lo que puede. El tema bravo es a la noche. Tengo el botón antipánico, pero si me caigo redonda en el piso, no puede abrir nadie. No quiero pensar. Me dijeron que tenga una enfermera pero no quiero, estoy acostumbrada a estar sola”.

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