El exitoso emprendimiento de la nieta de Susana Giménez en plena cuarentena
Lucia Celasco siempre fue amante de la moda y especialmente de la ropa. Nunca se imaginó lejos de ese mundo. De hecho es considerada una it girl y muchas chicas la siguen por sus looks y sus tendencias. Son tantas las fanáticas que miran sus publicaciones en las redes sociales que decidió capitalizar ese talento innato. ¿Qué hizo? Abrió su propia feria de ropa nueva y usada.
“The Vintage Hole comenzó como una feria de ropa entre amigas. Empezamos a intercambiar prendas de ropa y luego le vimos el lado comercial. Fue así que en el año 2013, sin ninguna expectativa, la feria fue creciendo día a día y se convirtió en un súper proyecto, que hoy es nuestro trabajo”, dijo la nieta de Susana Giménez.
Además contó que el nombre, The Vintage Hole, lo eligió porque casi todas las prendas son “vintage” y detalló que venden ropa de marcas de primer nivel y muchas que usó ella misma. LucÍa no está sola en este proyecto, sino que tiene dos amigas/socias, Micaela Fernández y Chari Belerenian.
Lucía Celasco con sus socias Micaela Fernández y Chari Belerenian haciendo los envíos dentro de la Ciudad de Buenos Aires
Debido a la pandemia, la feria que antes era presencial tuvo que pasar a ser completamente online. Por eso entre las tres socias diseñaron un sitio online donde se pueden ver todas las prendas que tienen a la venta. Si bien cuentan con la tecnología y los medios necesarios, Lucía dijo que, en el comienzo de la cuarentena, fue todo un desafío.
“Vender online no era nuestro fuerte. Nuestro foco, antes de la pandemia, estaba puesto en la venta presencial. Entonces una vez que nos otorgaron el permiso tuvimos que sacar, en una semana, más de 6000 fotos de prendas para tener parte de nuestro catálogo de venta en nuestra tienda virtual”, explicó.
“Teniendo en cuenta la situación del país, por suerte el balance de compras es equilibrado. Nosotras nos destacamos por vender las mejores marcas internacionales y nacionales a precios muy accesibles. Esto siempre fue así, ya que nuestra idea fue poder darle un beneficio a los clientes, que puedan tener acceso a ropa de buena calidad a precios bajos. Lo que nos llamó la atención al empezar a vender online es que el 80% de las ventas que se generaron, fueron por clientes que no suelen venir al showroom”, agregó.
Lucía, Micaela y Chari se levantan muy temprano todos los días, para responder todas las dudas que hacen las interesadas en su página web y en las redes sociales. Luego comienzan a armar los pedidos y, cuando tienen todos los paquetes listos, emprenden el viaje a las casas de sus clientas.
También explicó que los envíos se pueden hacer de diversas formas: la clienta lo manda a buscar del modo que más le conviene, lo envían por correo como encomienda, o lo llevan ellas mismas, si es que la compra hay que entregarla dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
Lucía contó que las prendas más vendidas fueron las camperas, los sweaters y los calzados. Además resaltó que, si se trata de ropa usada, son muy meticulosas con el estado de la mercadería que entregan: “si no está bien, no se vende”. Además dijo que sus seguidoras se interesan mucho por la ropa que usó ella.
Y si bien dice que nadie está contento con la pandemia y la cuarentena, a ellas les sirvió para transformar la feria, porque cuando vuelva la “normalidad”, tienen pensado continuar con el negocio online ya que les rindió mucho y creen que es el futuro.
“En este tiempo aprendimos muchísimo y nos cambió la forma de pensar, porque tenemos que estar atentas a todo. Son muchas horas de sacrificio que le dedicamos a nuestro emprendimiento, pero vale la pena”, concluyó Lucía. (Infobae)
