Se reactivó un área clave con el objetivo de combatir la evasión y la fuga de divisas
La Dirección General de Aduanas (DGA) reactivó este lunes un área clave en el control de los productos que ingresan y salen del país, con el objetivo de combatir la evasión impositiva y la fuga de divisas.
Se trata de la fijación y el monitoreo de los precios de referencia para importaciones y exportaciones, lo cual fortalecerá la fiscalización y el combate a las maniobras abusivas en materia de sub y sobrefacturación del comercio exterior.
A partir de la Resolución General 4710/2020 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), publicada en el Boletín Oficial, se restablecieron valores referenciales de exportación de carácter precautorio, para cualquiera de las mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del Mercosur.
La decisión forma parte de la estrategia de la Aduana, organismo que encabeza Silvia Traverso, y revitaliza un área que había sido desarticulada como parte de la política de apertura y desregulación implementada por el gobierno anterior.
“Es una de las tareas que emprendió la nueva titular de la DGA al iniciar su gestión. Con la irrupción del coronavirus el organismo redobló sus esfuerzos para garantizar la celeridad en las operaciones de comercio exterior, en particular aquellas vinculadas a la importación de productos esenciales, y avanzó en la revitalización de sectores fundamentales para proteger a la industria nacional y el empleo”, señalaron a Télam fuentes oficiales.
Destacaron que “la gestión de Traverso recuperó a funcionarios especializados de la DGA que habían sido desplazados”, y precisaron “que se propuso restablecer valores de referencia para las exportaciones”.
Con este instrumento, desarticulado por la gestión a cargo de Alberto Abad, el organismo volverá a fijar valores criterio para las importaciones y exportaciones con el objetivo de limitar las maniobras de sub y sobrefacturación del comercio exterior.
La medida cuenta con el respaldo de distintas cámaras empresarias que la consideran una herramienta imprescindible para defender la industria nacional.
Ahora, la Aduana coordina junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo la definición de los nuevos valores criterio de importación y apunta a ampliar el alcance a más productos.
“Durante la gestión de Cambiemos se eliminaron todos los valores referenciales, esto es, los precios mínimos y de referencia fijados por la Aduana para las exportaciones”, explicaron las fuentes.
Puntualizaron que, “en diciembre de 2015, había más de 1.100 productos específicos con valores referenciales, lo que abarcaba a casi 900 posiciones arancelarias”.
“Hoy directamente no hay valores referenciales ya que en noviembre de 2017, la Resolución 4161 de la AFIP derogó definitivamente la normativa que establecía valores referenciales”, destacaron.
Los valores referenciales sirven para detectar operaciones de subfacturación y sobrefacturación en la exportación.
El objetivo detrás de una subfacturación es pagar menos impuestos por la mercadería vendida, y puede además funcionar como un mecanismo para retacear el ingreso de divisas al país.
Desde diciembre de 2015 a noviembre de 2019 se redujo 20% la cantidad de mercadería específica con valores criterio, al pasar de más de 24.000 a unos 19.000 productos, de acuerdo con datos oficiales.
Lo mismo pasó con las posiciones arancelarias, que pasaron de más de 10.000 a fines de 2015 a menos de 7.500 en 2019, una baja de 25%.
Los valores criterio constituyen uno de los instrumentos centrales para enfrentar la evasión fiscal y combatir las prácticas de subfacturación en las operaciones de importación.
Si se tomaran en cuenta los pedidos de remoción de valores criterio elevadas al proceso de firma durante la gestión de Cambiemos, hoy solamente unas 7.500 mercaderías tendrían este precio mínimo de control y menos de 4.000 posiciones arancelarias.
“Además de reducir el alcance, el gobierno anterior no actualizó la valores criterio que había para controlar las operaciones de importación”, remarcaron las fuentes.
Finalmente, advirtieron que, “en momentos de controles cambiarios y brecha cambiaria, las operaciones de sobrefacturación buscan poder acceder al mercado de cambios para comprar más dólares de los necesarios para la importación”.