Estalla un motín con toma de rehenes en Brasil en reclamo de mejoras ante el coronavirus
Los presos de una cárcel de la ciudad brasileña de Manaos, en el estado de Amazonas, uno de los más golpeados por el brote de coronavirus, se amotinaron hoy y tomaron como rehenes a al menos siete guardias en reclamo de medidas para atender la pandemia en los penales del país.
Los reclusos de la Unidas Penitenciaria de Puraquequara, en el este de Manaos, iniciaron la rebelión a las 6 de la mañana, durante el reparto del desayuno.
Los detenidos reclaman mejores condiciones dado que -aseguran- desde el estallido de la pandemia se han agravado las condiciones sanitarias en la prisión del estado de Amazonas, donde el coronavirus ya colapsó los servicios médicos y funerarios, informó la agencia de noticias EFE.
Hasta el momento no hay informaciones sobre muertos, según la Secretaría de Administración Penitenciaria de Amazonas, que desde marzo mantiene suspendidas las visitas de familiares a las prisiones de la región para evitar contagios de Covid-19.
Por eso, la Policía Militarizada movilizó batallones de choque al lugar y negocian con los presos amotinados una solución al conflicto.
El estado Amazonas, que limita con Venezuela, Colombia y Perú y tiene unos cuatro millones de habitantes, registró hasta este viernes 476 fallecidos y 5.723 casos confirmados de la Covid-19, la enfermedad que causa el nuevo coronvirus.
Según datos oficiales, el número de entierros en los cementerios municipales de Manaos pasó de una media diaria de 30 a 120 en las ultimas dos semanas.
Además, Manaos fue sido escenario en el último año de sangrientos motines y reyertas carcelarias, provocadas por luchas de poder entre bandas rivales o entre distintas corrientes de una misma facción.
Una de los últimos estallidos fue en mayo del año pasado, cuando en varias cárceles de Manaos se registraron peleas que dejaron al menos 55 muertos.
En 2017, una cruenta matanza entre presidiarios de facciones rivales dejó un saldo de 56 muertos y cerca de 200 fugados.
El sistema penitenciario brasileño es considerado por organizaciones internacionales de Derechos Humanos como uno de los “peores” y “más inhumanos” del mundo.
Brasil es uno de los países más gravemente afectados por la pandemia, con 92.630 casos confirmados de contagios de coronavirus y 6.434 muertos, según el último reporte oficial.