Cuarentena: cómo disminuir el cansancio provocado por las videollamadas
A más de 40 días que se dictó la cuarentena social obligatoria, son cada vez más las personas que se sienten cansados de estar frente a un dispositivo con conexión a internet. Dos especialistas de mindfulness, Martín Reynoso y Carolina Muñoz relataron que en al final del curso que dictan, sintieron cierto “cansancio” distinto en su cuerpo y especialmente en su mente.
“Hay como cierta fatiga generalizada en los profesionales de la salud. Pero ojo, no es sólo en nosotros. También le ocurre a quien mantiene contactos regulares con otras personas a través del Zoom, Skype, Whatsapp y todas las aplicaciones que hoy en día se han transformado en la ‘joyita’ de la vida familiar”, contó. Y añadió: “Representan modos de ‘supervivencia social’ en el contexto de la cuarentena por la pandemia de coronavirus”.
En su equipo participa la licenciada y magister Verónica Franco quien contó: “No sólo miramos a los demás, nos miramos a nosotros mismos en la interacción. Como nuestra imagen también aparece en la pantalla la información proveniente de los procesos propioceptivos (que permite a nuestro cerebro fabricar las respuestas) se ve alterado, dando como resultado la ejecución de movimientos continuos de acomodación consciente que no ocurren en la interacción presencial. Ahí generalmente estás más relajado”.
Por otra parte, se refirió al estrés de “permanecer tantas horas, anulando las conexiones reales, presenciales donde sentíamos al otro”.
En tanto, Lorena Llobens, neuróloga se refirió a la importancia de cultivar la compasión en nuestras vidas. “Cuando interactuamos con otros, inconscientemente el cerebro toma estas claves, el de las palabras y el del lenguaje no verbal para informarnos acerca de qué tan seguros estamos en esa interacción. Confinados en la pantalla, este sistema que levanta estas claves de seguridad se bloquea (o al menos se interrumpe) y nos cuesta más ‘leer y sentir’ al otro, de tal forma que entramos más fácilmente en modo de amenaza”, reveló.
Tips
No poner de corrido más de dos reuniones. Dejar un espacio de no menos de 30 minutos en lo posible.
Salir de la pantalla en los momentos de corte. Caminar un poco en el espacio que tengas, estirarse y no seguir consumiendo pantallas por un rato.
De ser posible, elegir un espacio distinto para hacer Zoom en la casa. Que esta actividad no sea asimilada por el cerebro como “una más y habitual” de las actividades.
Relajar con la lectura de la información no verbal en pantalla. Disminuir el deseo de agradar, de entender y decodificar a todos.
Verbalizar aquello que no se comprenda o que causen molestias.
Cuando sea posible utilizar otro medio y no la pantalla para comunicarnos.
Mantener algo de actividad física, stretching, yoga o meditación por períodos aunque sea cortos en el día, para aminorar el impacto del sedentarismo y la exposición en pantalla.
