Abren un restaurant con una sola mesa
El coronavirus está cambiando la forma en que nos relacionamos, así como las formas en que realizamos nuestras actividades cotidianas. Desde salir a la calle con barbijo, evitar los clásicos besos de saludo, la rutina diaria cambió y abre un nuevo mundo de posibles formas de estar en contacto con los demás.
Un posible síntoma de esta nueva realidad es la forma en que los restaurants se están reconvirtiendo. En medio de una crisis general por la obligación de mantenerse cerrados, apuestan por el delivery, la entrega directa de productos a la casa del cliente.
Pero en Suecia, una pareja dio un paso más allá y apuesta por algo aún más disruptivo. Se trata de un restaurant pensado para evitar todo tipo de contacto, sin perder vivir la experiencia de comer en un lindo lugar. Rasmus Persson y Linda Karlsson son los creadores de esta idea que se basa en atender a un solo cliente, en una mesa aislada en medio del campo. Tan ailsados están los comensales que incluso la comida les llega dentro de una canasta de mimbre, colgada a una cuerda.
Según el medio Business insider, la pareja apostó por esta forma de atender al público tras haber seguido las recomendaciones de aislamiento social para llevarle comida a los padre de Karlsson. Entonces, preparaon un almuerzo y lo sirvieron a los ancianos a través de una ventana, para que ellos lo comieran en una mesa dispuesta en el jardín de su casa.
Terminado el almuerzo la pareja se dijo: “Deberíamos poner esto a disposición de todos”. Fue así que durante la noche de esa misma jornada abrieron un sitio y comenzaron a atraer clientes a su flamante restaurant, llamado Bord för En. Una sola mesa, una sola silla, en medio de un campo en Värmland, Suecia. Esa el concepto y eso fue lo que comenzaron a ofrecer.
“Queremos poder concentrarnos en ese único invitado al preparar la comida. Pero también, es una forma de que podamos controlar que la experiencia del huésped será totalmente libre de COVID-19”, dijo Karlsson. Y agregó: “Todos nos enfrentamos a tiempos difíciles y hay personas que han perdido su trabajo, sus seres queridos o incluso su mente. Damos la bienvenida a todos, sin importar en qué situación financiera se encuentre”.
Es por esa idea que los propios comensales pueden decidir cuánto pagar. La pareja asegura que solo le preocupa que el restaurante les brinde a las personas un respiro y una distracción placentera. “Queremos alentar a las personas a sentarse y pasar tiempo de calidad con ellos mismos”, contó Karlsson.