Los consejos de la Sociedad Argentina de Cardiología para los cardíacos
Mientras el mundo aguarda la inmunización contra el coronavirus, los especialistas recuerdan que ya existen otras vacunas que disminuyen el riesgo de los pacientes cardíacos y que padecen otras enfermedades, como la diabetes y la EPOC.
Según estudios científicos, el riesgo de infarto de miocardio e isquemia coronaria aumenta entre 2 y 3 veces durante las dos semanas siguientes a una infección respiratoria. Puede ser producida por distintos virus y bacterias.
“Existe una clara asociación entre las enfermedades respiratorias y los eventos cardiovasculares”, señala José Luis Navarro Estrada, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología.
“Las infecciones respiratorias pueden desencadenar síndromes coronarios agudos o descompensar a pacientes con enfermedades cardiovasculares crónicas”, explica.
En este sentido, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) enfatiza la necesidad de que todos los pacientes con enfermedades cardiovasculares acudan a recibir la dosis anual de vacuna antigripal en farmacias, hospitales o vacunatorios oficiales.
Los pacientes cardiovasculares menores de 65 años pueden recibir la vacuna contra la influenza trivalente (contra las 3 cepas que circularán principalmente este invierno en el Hemisferio Sur, incluida en el calendario) presentando receta que acredite su condición médica, o la cuadrivalente (con protección contra esas tres cepas, más un tipo más de influenza B, en el mercado privado).
A partir de 65 años se recibe la vacuna trivalente en los centros mencionados independientemente que se tenga o no una enfermedad asociada.
“Es importante recordar que las vacunas son una medida epidemiológica fundamental no sólo para los niños sino también para los adultos”, apunta la cardióloga María Inés Sosa Liprandi.
“Los mayores de 65 deben recibir cada año una dosis de vacuna antigripal, que es obligatoria y gratuita”, aclara la especialista, una de las coordinadoras del Consenso sobre Vacunas de la SAC.
En consonancia con los lineamientos del Ministerio de Salud de la Nación, la SAC recomienda la aplicación de la vacuna antineumocócica a aquellos que no la hayan recibido nunca y sean mayores de 65 años, y a todos los que pertenezcan a grupos de riesgo por padecer insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, diabetes, insuficiencia renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma, entre otras patologías. Los pacientes trasplantados deben ser vacunados según la indicación de sus médicos.
Existen dos tipos de vacuna antineumocócica en la Argentina: una que inmuniza contra 13 cepas y otra, contra 23. Los expertos recomiendan administrar una primera dosis de vacuna conjugada (13 cepas) y, luego, una segunda dosis de vacuna polisacárida (23 cepas) con un intervalo mínimo de un año. Las personas vacunadas antes de los 65 años – por estar en un grupo de riesgo- deben recibir un refuerzo luego de cumplir 65. (Diario Clarín)