En el tercer suplementario Manu perdió frente al líder Memphis
Fueron un poco más de tres horas de batalla y al final se lo llevó Memphis, que se vengó de la derrota que sufrió ante los Spurs en su casa, hace un mes. Tony Parker y Kawhi Leonard, ambos lesionados, miraban desde la primera fila de plateas. En una noche así se los necesitaba más que nunca. Tim Duncan, Manu Ginóbili y Boris Diaw, los más veteranos del campeón, ya habían entregado el resto físico y mental.
San Antonio empezó con el rumbo cambiado. Tan mal en defensa como en ataque dio ventajas que Memphis no desaprovechó. Fino en el tiro Vince Carter, que parecía el de sus años jóvenes en Toronto, acertó 4-4 triples y el visitante se escapó. La diferencia trepó a los 23 puntos, cuando recién se jugaban 16 minutos. Había tiempo para remontarla pero se necesitaba mejorar mucho.
Se abroqueló mejor atrás el local, Ginóbili aportó energía y puntos y se fueron al descanso largo con un resultado maquillado: apenas 45-52, con 11 puntos del bahiense, incluyendo 2-3 triples. Sin embargo, no sintió el golpe Memphis y nuevamente se escapó a 17 (64-47), en apenas seis minutos. Pero no lo remató.
De ahí en más, un choque como tantos empezó a tomar color para terminar de convertirse en “el partido del año” por la cantidad de alternativas que se vivieron sobre el parquet del AT&T Center, en lo que los locales denominaron “la noche internacional” porque en su plantel hay nueve jugadores nacidos fuera de los Estados Unidos.
La remontada para igualar y hasta sacar una ventaja de tres puntos (80-77), a los 40 minutos, San Antonio la hizo sin Duncan en cancha y apoyado en una defensa “zonal”, dentro de lo que se permite en la NBA, de gran despliegue y ajustes. Confundió a Memphis, que tal no esperaba tanta entrega de su rival.
Duncan lo pudo poner a dos posesiones pero erró un libre, Mike Conley lo empató en 89 con triple (7s), Danny Green respondió con otro (al final terminó con 7-13) y dejó el triunfo servido, a 2 segundos. Pero, otra vez, como en la final de la temporada 12/13, el DT Gregg Popovich no dio la orden de cortar con falta. Así fue que Manu quedó emparejado con Marc Gasol (goleador con 26 puntos) a 8 metros de su aro y trató de evitar el contacto. El español no tenía más tiempo que para tirar y el lanzamiento largo pegó en el vidrio, de frente, y entró. Fue su primer triple de la temporada, el octavo de toda su carrera de siete años en la NBA.
En el primer tiempo extra, con 102-100, Manu dio un mal pase largo y Gasol empató. Fueron al segundo, ya con las almas en pena de los dos lados. Esta vez la oportunidad la tuvo Memphis: un triple de Courtney Lee, desde la esquina, llevó el marcador 111-109, a 2s6/10 del cierre, pero un doble de Duncan volvió a empatar.
Al momento de entrar al que sería el tercer y último suplementario el karma de los tiros libres fallados perseguía a los Spurs. Duncan terminó con 5-15, Manu con 3-7 y el global del equipo apenas marcó el 48% de efectividad en ese rubro. Del otro lado, un todavía activo Zach Randolph terminó de decidir el resultado: acertó tres dobles seguidos y llevó el marcador 117-113.
El último tirón fue un triple de Boris Diaw, como si no faltara emoción, seguido de una buena defensa y la última pososesión. Manu (21 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) se hizo de la responsabilidad, cruzó la mitad de la cancha, corrió un par de metros y se la jugó por un triple que pasó lejos del aro. El bahiense no daba más, tras 41 minutos en la cancha, con muchos de ellos como base y líder de la ofensiva, además de una enorme entrega para ayudar en el rebote defensivo o recuperar pelotas sueltas.
Memphis, que venía de cortarle la racha de 16 triunfos a Golden State, se llevó una victoria enorme para consolidarse como líder de la Dividisión Sudoeste (21-4, segundo en el Oeste), la misma de San Antonio (17-9), que perdió cuatro de los últimos seis partidos y este viernes recibirá a Portland, sin la certeza de tener recuperados a sus soldados.