Entre preocupados y ansiosos, los jueces esperan los detalles de la reforma judicial
Con una mezcla de preocupación y expectativa, el Poder Judicial recibió el proyecto de reforma integral del área que el presidente Alberto Fernández anunció en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, como una de las grandes políticas de la gestión para este año.
La mejor síntesis del impacto que produjo la novedad en los funcionarios judiciales la dio la vicepresidente de la Corte Suprema, Elena Higton de Nolasco, cuando dijo el jueves que “tal vez se necesitan más juzgados (federales) porque el trabajo es mucho”.
Pero añadió sobre la propuesta concreta que “las reformas todavía no están bien claras, hay generalidades y enunciaciones pero todavía no hay nada en concreto entonces no voy a decir nada por más que siempre hacen falta: hay que ver cuáles son y si mejoran o no”.
La única mujer en la más alta magistratura de la Nación se refería al proyecto de ley cuyos lineamientos esperan con mucha ansiedad en el fuero federal, para saber cómo se hará y cómo los afectará en los hechos la “federalización” de juzgados de la justicia ordinaria para llevar el número de juzgados federales de una docena a unos cincuenta.
Entre los jueces hay dudas sobre el alcance de la reforma y su implementación pero también hay una certeza absoluta sobre el objetivo: licuar el poder institucional y político del fuero federal.
Por lo bajo, la “familia judicial” concede que cuando el Presidente habló de un “oligopolio” de los jueces federales, esto es una concentración en pocas manos, no estuvo muy lejos de la realidad, aún cuando vislumbran un “uso político” del mal momento en la opinión pública que tienen los magistrados.
“Pegarnos a los jueces tiene buena prensa”, señaló a Télam un juez penal que acepta ciertas distorsiones en la administración de justicia en el fuero federal, apuntadas por el Presidente, pero exige que se distingan responsabilidades y no se meta a todos los jueces en la misma bolsa.
“Los jueces nos debemos más autocriticas, más reflexiones. Siempre debemos hacerlo. Pero también merecemos respeto, porque mal o bien, trabajamos para nuestros conciudadanos; mal o bien, muchos lo hacemos creyendo que es lo mejor que podemos hacer”, reflexionó.
Los jueces entienden que ese marco de respeto se vulnera cuando son criticados por otro poder de la Nación y cuando se afecta la “intangibilidad” de los salarios con la reforma previsional y el pago de Ganancias, una de las condiciones que, insisten, son reaseguro de la independencia de los magistrados.
El ex juez en lo civil y representante de los magistrados, Marcelo Gallo Tagle, recordó que “durante muchos años” los sueldos de jueces y fiscales eran paupérrimos y que la adecuación de los salarios a niveles aceptables fue un avance del sistema de justicia que en ese proceso logró sumar profesionales que de otro modo hubieran terminado en el sector privado.
Otro juez criminal consultado por esta agencia, que prefirió mantener su nombre en reserva, criticó que “la ministra de Justicia (Marcela Losardo) está muy bien ponderada en el ámbito judicial pero notamos que no hubo un diálogo que sí hubo con otras reformas planteadas”.
“Cuando uno escucha a un importante senador del oficialismo decir que los jueces tenemos sarna, es difícil no pensar en un avance sobre la justicia”, señaló el miembro de un tribunal oral.
El juez se refirió así a las declaraciones del ex secretario General de la Presidencia y actual senador, Oscar Parrilli, quien definió que “ser juez hoy es como tener sarna, es lo peor que le puede pasar a un ser humano en la función pública”, en alusión al presunto desprestigio que ganó el fuero federal con el uso de las prisiones preventivas, la espectacularización de las detenciones y la filtración de escuchas a la prensa.
“El Presidente no nos tiene que pedir permiso para hacer una reforma judicial”, concedió uno de los jueces consultados, pero añadió que “tenemos derecho a participar de un proceso que nos afecta porque la mayoría de nosotros no estamos en la rosca y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para hacer las cosas bien”