lunes, noviembre 25, 2024
Economia

“Las retenciones no conspiran contra una agricultura sustentable”, afirma la Universidad de Belgrano

Las retenciones a las exportaciones agropecuarias tienen un impacto negativo sobre el precio del dólar y la inflación, aunque sirven para impulsar una agricultura más sustentable, según el análisis del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.

El último informe del CENE busca aclarar una serie de “malentendidos que oscurecen el debate en torno a las retenciones” y “ciertas afirmaciones equivocadas que atraviesan la polémica entre el Gobierno, las entidades representativas del sector agropecuario y los analistas”.

“En primer lugar, las retenciones no son un instrumento de política ‘dirigista’, como se las cataloga. Fueron introducidas en la Argentina por Adalbert Krieger Vasena en 1967, a poco de asumir como ministro de Economía. Y hasta ahora, nadie adjudicó a Krieger Vasena la menor inclinación ‘dirigista’”, afirmó Víctor Beker, director del CENE.

El entonces ministro del gobierno de facto de Juan Carlos Onganía adoptó esa medida “como una forma de establecer un dólar alto para las exportaciones no tradicionales y uno menor para los productos que gozaban de ventajas comparativas y tenían un impacto directo sobre la canasta de consumo”, añadió el economista.

“En segundo lugar, a las retenciones las paga el campo igual que el supermercado paga el IVA. Así como los comerciantes lo trasladan al consumidor, del mismo modo las retenciones se trasladan a la cotización del dólar”, advirtió Becker y explicó: “Más tarde o más temprano, a mayor retención, menor oferta de soja y menor ingreso de divisas, lo que termina forzando el alza de la cotización”.

“En definitiva, las retenciones resultan en un dólar más caro y, por lo tanto, recaen sobre los compradores de productos importados, incluyendo los turistas que viajan al exterior, y, finalmente, en todos los consumidores por el impacto en los precios de la suba del tipo de cambio”, añadió.

“Finalmente, las retenciones no conspiran contra una agricultura sustentable. En el caso de las retenciones sobre las exportaciones de soja, su incremento posibilitaría revertir el proceso de sojización del campo, verificado entre 2008 y 2015, y así mejorar el abastecimiento interno de trigo, maíz, girasol y carne, alcanzando un mayor equilibrio entre las distintas producciones agropecuarias”, completa en su informe el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la UB.

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