Restos hallados en una caverna son de un acusado de matar a su esposa hace 100 años
Los restos de un hombre decapitado que fueron hallados en unas cuevas ahora fueron identificados: se trata de un fugitivo acusado de matar a su esposa hace más de un siglo.
Parte del gran misterio pudo resolverse gracias al accionar del Proyecto ADN Doe, una ONG que se dedica a identificar restos humanos con el uso de modernas técnicas de genealogía genética.
Sus investigadores tomaron el caso del torso encontrado por cazadores en 1929 en las Cuevas de Defensa Civil cerca de Dubois, Idaho (Estados Unidos). Brazos y piernas fueron descubiertos en 1991 por una niña que exploraba la zona. La cabeza nunca fue hallada.
“Con los esfuerzos combinados de 14 genealogistas voluntarios en el transcurso de 15 semanas, dedicamos más de 2.000 horas de investigación genealógica”, explicó Anthony Redgrave, líder del equipo para el Condado de Clark.
Así, tras examinar a más de 31.730 personas, el Proyecto DNA Doe identificó al decapitado como Joseph Henry Loveless.
El trabajo arrojó su historial: Loveless nació en 1870 en la ciudad de Payson (Utah) y tuvo varios problemas con la ley.
En marzo y diciembre de 1914 fue arrestado por contrabando de licores. Sin embargo, nunca cumplió la cadena porque escapó tras cortar los barrotes de la prisión. En otra ocasión, se fugó de un tren que lo escoltaba a la cárcel.
Loveless contrajo matrimonio dos veces. Con Harriett Jane “Hattie” Savage estuvo casado cinco años y se divorció en 1904 por “no poder mantenerla a ella y a su única hija”.
Un año después, celebró su boda con Agnes Octavia Caldwell, con quien tuvo cuatro hijos.
Agnes fue asesinada con un hacha, y en presencia de al menos dos de sus hijos, el 5 de mayo de 1916 por un hombre llamado Charles Smith, que algunos informes identifican como su esposo.
El 11 de mayo el asesino de Caldwell fue arrestado bajo el nombre de Walter Currans.
En el funeral de la mujer uno de sus hijos fue citado con la frase: “Papá nunca se quedó en la cárcel por mucho tiempo y pronto saldrá”.
Algunos días más tarde, Walter Cairns escapó de la prisión cortando los barrotes con una sierra que había escondido en su zapato.
“Al reconstruir estas historias, los informes sugirieron claramente que Walter Cairns, (Walter Currans), Charles Smith y Joseph Henry Loveless eran todos la misma persona, y que Agnes fue asesinada por su esposo. Esto fue confirmado más tarde […] a través de registros policiales”, establecieron desde el Proyecto DNA Doe.
A pesar del avance en la investigación, el caso sigue abierto. Se cree que el fugitivo murió a los 46 años tras ser asesinado y transportado a las cuevas poco después de que escapara de la cárcel en mayo de 1916, pero aún se desconoce quién lo desmembró y decapitó.