Alberto Fernández y Hugo Moyano buscan limar asperezas con un almuerzo en la Federación de Camioneros
El presidente electo, Alberto Fernández, y el líder de Camioneros, Hugo Moyano, se dieron cita este martes en la sede de la Federación Nacional de Camioneros, donde comparten un almuerzo junto a cuarenta de los secretarios generales del Frente Sindical Para un Modelo Sindical (FRESIMONA).
El motivo detrás de la reunión es la negociación de cargos dentro del Poder Ejecutivo tras la asunción de Fernández el próximo 10 de diciembre. En este sentido, la principal preocupación de los gremialistas es evitar que los líderes de la CGT Azopardo se queden con la mayoría de los puestos.
“Ustedes van a ser parte de mi gobierno”, afirmó el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner durante la campaña presidencial en el salón Felipe Vallese de la CGT. Sin embargo, de aquel encuentro no participaron muchos de los secretarios generales del FRESIMONA, que temen por la construcción de un acuerdo que solo beneficie a los dirigente de la central con sede en la calle Azopardo 826.
De esta forma, el moyanismo buscará ubicar a equipos técnicos y a hombres de su confianza en las áreas de Trabajo, Transporte, Salud y en la intervención de la empresa OCA.
El interés por parte de Moyano de contar con representantes propios en la Superitendencia de Servicios de Salud obedece a su intención de garantizar, al igual que en los últimos cuatro años, un reparto equilibrado de dinero destinado a las obras sociales. Es que, según dirigentes afines al gremialista, temen que -como suecedió durante el kirchnerismo- éste se distribuya a favor de aquellos sindicatos aliados al Ejecutivo.
Mientras tanto, OCA contrata a 6.000 camioneros y hace tiempo que el gremialista manifestó su intensión por controlarla, a tal punto que muchas veces la ayudó económicamente para evitar que fuera a la quiebra. En tanto, la cartera de Trabajo también constituye un área estratégica, ya que allí se deciden las inspecciones a los sindicatos, el otorgamiento de personerías gremiales y los conflictos de encuadernamiento, entre otras cuestiones.
Moyano también se refirió a su relación con Alberto Fernández, que, hasta no tomar las riendas del país, dejó en suspenso el otorgamiento de la ayuda económica solicitada.
“El vínculo no está ni bien ni mal, porque no habla con él”, sostuvo, aunque afirmó que tiene contacto con potenciales funcionarios. Además, aclaró siempre estará “del lado del laburante” y que su rol como sindicalista no es para que “le caiga simpático a alguien”.