jueves, noviembre 21, 2024
Nacionales

La crisis institucional divide aguas en Juntos por el Cambio y un sector de la UCR

 

 
El conflicto en Bolivia dividió opiniones en la coalición Juntos por el Cambio entre quienes consideran que se trata de una crisis institucional derivada de decisiones del presidente renunciante Evo Morales y un sector de la UCR que promueve la necesidad de un repudio directo a lo que califican como un golpe de Estado.

Con el presidente Mauricio Macri con una postura de cautela frente a la crisis boliviana, un sector del oficialismo en el que se alineó el canciller Jorge Faurie y el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, afirma que no hay elementos para describir la situación en Bolivia como un golpe aunque plantea la necesidad de que ningún actor asuma un rol no asignado por la Constitución.

El embajador en el país vecino fue incluso más lejos al señalar que en la crisis boliviana existen aspectos “similares” a lo que sucedió con el ex presidente radical Fernando de la Rúa en el 2001 en la Argentina.

El presidente Macri, quien el domingo mantuvo contactos con el presidente electo Alberto Fernández, mostró prudencia y se limitó hoy a expresar que en el gobierno argentino están “todos muy preocupados” por lo sucedido.

Detrás de la postura que promueve un repudio directo a lo que califican como un golpe de Estado se encolumnaron en las últimas horas sectores del radicalismo como el que encabeza Alfredo Cornejo, Martín Lousteau y Federico Storani, quienes cuestionaron el modo en que Morales abandonó el poder.

También con una postura radicalizada se posicionó el diputado nacional de PRO, Daniel Lipovetzky, quien manifestó ayer que a su entender estaba “claro” que se había tratado de “un golpe de Estado” y que no podía haber “grises” respecto a los pronunciamientos en este tipo de cuestiones.

El Comité Nacional de la UCR, que lidera el mendocino Cornejo, repudió “el golpe de Estado” aunque también cuestionó la posición del renunciante Morales al señalar que “no es justo someter a las sociedades al agobio, por una vocación de perpetuidad ilegal” y que “las autoridades electas en cada comicio deben gozar de la legitimidad que da la limpieza en dichos procesos”.

MartínLousteau, ex embajador en los Estados Unidos, actual diputado y senador electo, también calificó lo ocurrido en Bolivia como un golpe de Estado al escribir en su cuenta de Twitter: “Sólo más democracia -en todas sus dimensiones- soluciona los problemas de la democracia. No a los golpes de Estado”.

Storani, vicepresidente segundo de la UCR, opinó que “sin ninguna duda lo de ayer en Bolivia fue un golpe de Estado” y cuestionó la postura del gobierno de Mauricio Macri frente a esa situación, al sostener que el pronunciamiento argentino fue “excesivamente lavado y no comprometido”.

El jefe de los senadores de Cambiemos, Luis Naidenoff, declaró hoy que “el único camino” posible en Bolivia tras la renuncia del presidente Evo Morales son “las elecciones libres” y afirmó que “las intervenciones militares jamás deben ser la respuesta”.

 

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