viernes, noviembre 22, 2024
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La base Marambio cumple medio siglo defendiendo la soberanía

 
La base Marambio cumple mañana 50 años con nuevos “logros científicos” y como “una herramienta que contribuye directamente a la defensa de las pretensiones de soberanía de nuestra Nación”, dijeron autoridades actuales y pasadas de esa estación permanente de la Argentina en la Antártida.

El comodoro Lucas Carol Lugones, jefe de la Base Marambio, destacó que “este año fue un éxito en logros científicos ya que se instaló el primer laboratorio sensor de rayos cósmicos de la Antártida, se realizaron descubrimientos paleontológicos de pingüinos de hace millones de años, se actualizaron sismógrafos y sensores de ozonosondeo y se cooperó con Brasil, España y Finlandia en el campo científico”.

Es “una herramienta que contribuye directamente a la defensa de las pretensiones de soberanía de nuestra Nación”, dijo Carol Lugones a Télam.También resaltó que hoy Marambio participa en un 65 por ciento de las actividades científicas que realiza el Programa Antártico Argentino, posee 27 edificios, utiliza un millón de de litros de combustible, viven un promedio de 70 personas en invierno y 170 en verano, tiene una pista principal de aterrizaje de 1200 metros y una proyección de otra auxiliar de 1800, “sin descuidar el cuidado y preservación” del ambiente.

La Base Marambio fue fundada el 29 de octubre de 1969 y debe su nombre al piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Gustavo Argentino Marambio, pionero en volar en el Sector Antártico Argentino, dedicado a buscar la posibilidad de una pista de tierra que permita la operación de aeronaves con ruedas y romper el aislamiento con la Antártida.

El suboficial mayor de la Fuerza Aérea (R) Juan Carlos Luján, uno de los fundadores de la base, destacó que “hoy es una base modelo, cada vez mejor equipada y con capacidad de investigación cada vez mas importante”.

Luján recordó a Télam que en abril de 1969 comenzaron a trabajar en el operativo Marambio y que desde aviones se tomaban fotografías para hacer un relevamiento de la entonces isla Seymor, “y ahí se observó, en el noroeste, un manchón blanco a 200 metros aproximadamente sobre el nivel del mar”.

“Se dio la orden de tomar posesión de ese lugar y tres oficiales y suboficiales lograron descender desde helicópteros en esa meseta para observar la aptitud de la zona, y comprobaron que el piso era una combinación de barro congelado y piedras”, agregó.

(Telam)

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