Cuáles son los 12 beneficios de tomar café
Si bien durante mucho tiempo estuvo asociado con más de una enfermedad, estudios científicos que se han elaborado durante estas dos décadas han confirmado que el café aporta beneficios a la salud.
Eso sí, es importante tener en cuenta dos puntos fundamentales para que el consumo de café sea positivo. Uno de ellos es la calidad. En este sentido, el café en granos o molido es por lo general mucho mejor que el café instantáneo, que tiene un proceso industrial que incluye conservantes que afectan los componentes aromáticos y nutricionales.
Otro tema a tener en cuenta es la cantidad que se bebe. Teniendo en cuenta la evidencia científica disponible, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que es seguro tomar hasta 400 miligramos de cafeína, el equivalente a 4-5 cafés expresos.
Estos son los beneficios, según un reciente informe de Clarin, muchos de los cuales seguramente ni te los imaginás:
Es antioxidante: además de la cafeína, contiene sustancias con propiedades antioxidantes. Los flavonoides actúan como defensa ante posibles enfermedades y ataques de microorganismos y además retrasan el envejecimiento de las células. La cantidad de antioxidantes que puede ofrecer una taza depende del tipo de café verde, del tueste y del modo de preparación.
Disminuye el riesgo de padecer un ACV o una cardiopatía: la cafeína tiene efecto vasodilatador, por lo que la sangre corre más fluidamente por el cuerpo. El café no aumenta el ritmo cardíaco ni hace crecer significativamente la presión y, por el contrario, disminuye la probabilidad de padecer ataques cerebrovasculares o insuficiencias cardíacas.
Alivia las migrañas: la cafeína puede aliviar fuertes dolores de cabeza e, incluso, potenciar el efecto de algunos analgésicos.
Es una fuente de energía positiva: estimula la transmisión de los impulsos nerviosos, mejora el estado de alerta, aumenta la memoria de corto plazo, la coordinación y la capacidad de concentración.
Ayuda con la diabetes tipo 2: este tipo de diabetes se da cuando el cuerpo no produce la insulina necesaria o las células no hacen uso de la insulina. El café disminuye entre un 25 y un 50% las probabilidades de desarrollar esta diabetes, debido -según se estima- a los factores antioxidantes del café, sus efectos antiinflamatorios y termogénicos y a la modulación de la diversidad microbiana que provoca.
Previene la cirrosis: la cafeína tiene efectos protectores sobre el hígado en aquellos que toman entre 2 y 4 tazas de café por día.
Alivia el asma: al dilatar los bronquios, el buen café ayuda a combatir la crisis de asma y otras alergias usuales. La cafeína está compuesta pos sustancias similares químicamente a la teofilina, compuesto habitual en los medicamentos indicados para curar el asma.
Ataca la celulitis: la cafeína es usada en muchísimas cremas y otros productos anti-celulitis, ya que ayuda a reactivar la circulación, a quemar las grasas y a erradicar el líquido seroso que se instala en tejidos musculares.
Retrasa la aparición del Alzheimer: desde hace más de 10 años se están realizando notables estudios en varios países sobre cómo el café retrasa los efectos de enfermedades neurodegenerativas. Se ha logrado detectar que los efectos surgen de un grupo de compuestos que nacen en el proceso de tostado de los granos de café, llamados fenilindanos. Además de que reducirían los riesgos del Alzheimer, se cree que también pueden funcionar como inhibidores del mal de Parkinson.
Es digestivo: alimenta la flora bacteriana que nos protege de contraer enfermedades. Además, aumenta la secreción gástrica, la producción de bilis y contrae la vesícula, por lo que se vuelve digestivo.
Mejora el rendimiento deportivo: la cafeína aporta energía y aumenta la resistencia física. Al retrasar la sensación de cansancio por la acción sobre la adenosina, la capacidad muscular se ve favorecida. Además, la cafeína ayuda a quemar a grasas y a conservar el glucógeno como fuente de energía.
Exfoliante de la piel: hay jabones que se realizan a base de café. Su textura es especial para suavizar zonas ásperas de la piel, a la que ayuda a tonificar y darle más firmeza por su acción desintoxicante.