viernes, noviembre 22, 2024
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Uno de cada diez chicos tiene dislexia ¿Qué es y cómo se trata?

 

 

El alumno se siente desconectado, del ritmo de sus compañeros o de la forma que tiene la maestra de llevar adelante la clase. En ese momento, ese chico puede pensar lo peor de sí mismo. Sus compañeros, pueden incluso hacerle bullying porque se demora en copiar, se demora en entender lo que leen o hasta incluso confunde letras, palabras o el orden en el que fueron dictadas.

Si esto sucede en repetidas ocasiones, es clave pedir ayuda profesional, ya que es probable que el chico sufra dislexia. ¿Qué es la dislexia? Es un trastorno de aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico. Se da en nenes que no presentan desventaja física, psíquica, ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

El principal problema de la dislexia es que no es compatible con el sistema educativo, porque los aprendizajes se realizan a través del código escrito, por lo cual, el niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos. ¿Qué tipo de problemas puede enfrentar? Confusión de letras similares, inversión de palabras, errores de ortografía y puntuación, la omisión o el agregado de letras al leer o escribir; lo que dificulta la lectura y la escritura, y hacen que el chico se frustre.

Cómo se detecta“El síntoma de alarma que yo siempre les pongo a las familias es cuando tú tienes a un niño que debería funcionar a la par de sus compañeros de clase, pero no está adquiriendo esos conocimientos. Cuando te dicen ‘no, no está funcionando igual que el resto’, eso, es un síntoma de alarma”, explica Iñaki Muñoz, presidente y embajador para Iberoamérica de la Organización Internacional de Dificultades Específicas de Aprendizaje (OIDEA) y presidente de Disfam (Dislexia y Familia).

Lo que definitivamente no hay que hacer es quedarse con los brazos cruzados, hay que solicitar un diagnóstico, ya sea por la obra social, directamente a un médico, o contactándose con la asociación (Disfam) para que le puedan indicar cuál es el profesional más cercano que lo puede ayudar.

Lo más importante, explica Muñoz, es poner en marcha “esas gafas”. Que serían las adaptaciones no significativas, que son adaptaciones para cualquier niño, sin tener que quitarles materia, sino que adaptándoles el medio. Las significativas son las que realmente te quitan materia para poder llegar. Las no significativas son aquellas que te dicen: “No, tu puedes llegar, pero con estas gafas, con este método tuyo”.

Como el problema en la dislexia está en la lectura y escritura, una de estas adaptaciones sería que utilice la computadora para poder hacer las tareas, igual que el ciego tiene el braille, a los disléxicos les favorece tener una PC porque es audiovisual; o dejarle las tablas para las multiplicaciones; o la tabla periódica para química.

 

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