Julieta Prandi reveló los hechos violentos que la hicieron separarse de Claudio Contardi
Desde que confirmó su separación de Claudio Contardi, Julieta Prandi contó que no fue en buenos términos y que debió irse de la casa familiar junto a sus hijos Mateo (8) y Roco (4).
Ahora, se conoció la noticia de que la modelo denunció a su exesposo por violencia familiar y Julieta decidió abrir su corazón y contar que vivió años de sometimiento.
En una entrevista con Teleshow revela dos episodios que marcaron su decisión definitiva de separarse: “En diciembre del 2018 yo ya había iniciado los trámites de divorcio. Ahí pasó algo definitorio”.
¿Qué fue lo que pasó? Julieta debía viajar un fin de semana por trabajo a Uruguay, a pesar de que Contardi no quería que viajara. El viernes le desapareció la billetera con sus documentos y al día siguiente ocurrió lo mismo con su teléfono cuando él le dijo que se iba a la farmacia con sus hijos.
“Cuando bajo, no estaban ni él, ni los nenes, ni mi teléfono. Yo estaba en pijama. Salí a la calle, me fui a un locutorio en la estación de Martínez y lo llamo por teléfono. Le digo que vuelva con mi teléfono urgente. Me dice que estoy loca”.
“Entonces regresa a casa con los nenes y yo estallo: ‘¡Que aparezca mi teléfono porque van a ir todos presos!’. Entonces Mateo dice: ‘Papá, ¿por qué mamá dice que vamos a ir todos presos?’, y se larga a llorar. Entonces yo le expliqué a Mateo que no me refería a él sino a Claudio y a Lorena (la niñera) por lo que me habían hecho…”, relató Prandi, quien además aseguró que su ex comenzó a filmar a su hijo mientras lloraba. Finalmente, el celular de la modelo apareció a las horas escondido en el freezer.
Julieta afirmó que Contardi “nunca me llegó a pegar. Me gritaba pegado a mi cara…”, pero le contó al sitio de Infobae otro violento episodio que vivió cuando su ex le pidió que fuera y volviera en el día a un desfile en Pinamar en remis en enero.
“Al principio ni así quería que fuera. Yo le dije que iba a ir igual y él seguía con el insulto, con la agresión, la locura. En un momento me encierro en el baño y me sigue gritando afuera, empieza a patear la puerta y la rompe a patadas. Mis hijos estaban allí escuchando todo. Entonces pensé que lo mejor era volverme, porque tuve miedo por mis hijos. Él había roto la puerta a patadas, todo era muy violento…”, contó Julieta, quien le sacó una foto a la puerta del baño para mostrarle a la abogada. (Ciudad Magazine)