Conflicto con la holdouts: Kicillof no es optimista "con o sin cláusula RUFO"
El ministro reiteró que para encontrar una solución con los holdouts “se necesitan dos partes”. “La vocación de la Argentina es de resolver sus problemas financieros, pero si la otra parte sigue planteando cosas descabelladas, no soy optimista”, admitió.
Luego de que el G-20 destacara en su declaración final la necesidad de garantizar los procesos de reestructuración de deuda, el ministro de Economía, Axel Kicillof, destacó que se trata de “una escalón hacia una solución definitiva” para el litigio con los holdouts.
“Resolver definitivamente la cuestión de los fondos buitre es una asignatura pendiente que tiene la arquitectura financiera internacional desde hace décadas”, sostuvo el funcionario, quien encabezó la delegación argentina.
En una entrevista al diario Página/12, el titular del Palacio de Hacienda destacó que los fondos buitre “son un mal que aqueja a la economía mundial” y “no son un invento argentino”.
En este sentido, Kicillof reiteró que el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, se trata de “una cuestión dinámica” y lo consideró “de imposible cumplimiento porque está afectando a terceros”.
Al mismo tiempo, el ministro se refirió a las expectativas sobre lo que pueda pasar a partir de enero de 2015, al quedar sin efecto la cláusula RUFO. Kicillof reiteró que “la Argentina tiene una vocación de encontrar una solución, pero si uno tiene del otro lado a los fondos buitre y al juez Griesa pareciera que el objetivo no es el mismo“.
NO SOY OPTIMISTA, CON CLÁUSULA RUFO Y SIN CLÁUSULA RUFO
“Por supuesto, la vocación de la Argentina es resolver sus problemas financieros; para llegar a cualquier tipo de solución definitiva se necesitan dos partes; pero si la otra parte sigue planteando cosas descabelladas, no soy optimista, con cláusula RUFO y sin cláusula RUFO“, admitió.
Sin embargo, el funcionario recordó que “desde que asumieron primero Néstor Kirchner y después Cristina Fernández lo único que han hecho con respecto a las cuestiones externas es abocarse a encontrar una solución”.
Por otro lado, Kircillof destacó la intención del gobierno argentino de conformar una convención internacional que “fue apoyada por el G-77 y después por las Naciones Unidas”.
“Tendría que haber un ente internacional que entienda en la cuestión de las reestructuraciones y que les ponga límite a los ataques de los fondos buitre. Pero que hoy el tema haya estado en la mesa de diálogo de los países del G-20, y que se haya repetido tanto en esa mesa la expresión fondos buitre, es un paso central porque hasta hace poco, cuando empezó el juicio en Nueva York, se los trataba como inversores financieros, hedge funds o fondos de cobertura, todos eufemismos para quitarles la carga que realmente tienen, que es su peligrosidad para afectar procesos de reestructuración de deuda”, resaltó el ministro.
En la declaración final del G-20 se destacó la necesidad de garantizar los procesos de reestructuración de deudas soberanas, recomendando el fortalecimiento de ciertas cláusulas contractuales que sirven para poner límites a los holdouts.
La de ayer fue la primera vez que este foro, integrado por 20 economías que en conjunto generan el 85% de la producción mundial, hace referencia al tema. En la declaración también se les pidió a los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales que discutan el progreso alcanzado, lo que deja abierta la puerta para seguir el debate y ayudar con la puesta en marcha de la convención multilateral para las reestructuraciones de deuda que aprobó el organismo de la ONU.
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