Descubren una nueva célula que podría reparar los corazones
Hasta ahora nunca antes habían explorado la posibilidad de que las células que se ubican afuera del corazón pudieran participar en la curación y reparación de este órgano después de una lesión. El corazón tiene una capacidad muy limitada para repararse a sí mismo y esa dificultad para tratarlo lleva a que la enfermedad cardíaca sea actualmente la principal causa de muerte en Norteamérica.
La promesa de revertir la situación está en un reciente descubrimiento de un grupo de investigadores de la Universidad de Calgary: por primera vez en la historia de la ciencia identifican una población celular en el líquido pericárdico que se encuentra dentro del saco que rodea al órgano.
El hallazgo que podría conducir a nuevos tratamientos y estuvo dirigido por los doctores Paul Kubes, Justin Deniset, y Paul Fedak, se publicó en la revista Immunity. La célula se descubrió en el líquido pericárdico (bolsa que rodea el corazón) de un ratón con lesión cardíaca. Más tarde también se la encontró en el pericardio humano, lo que confirma que las células reparadoras ofrecen la promesa de una nueva terapia para pacientes con enfermedades coronarias.
Se trata de un macrófago de la cavidad pericárdica Gata6 +, que al probarlo en ratones se demostró que ayudó a curarlos. La investigación contó con el apoyo de la Heart and Stroke Foundation de Canadá, los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, el Programa de Cátedras de Investigación de Canadá y los Institutos Nacionales de Salud.
La nueva célula descubierta abrirá la puerta a nuevas terapias y brinda esperanza a las millones de personas que padecen enfermedades coronarias. “Siempre supimos que el corazón se encuentra dentro de un saco lleno de un fluido extraño. Ahora sabemos que este líquido pericárdico es rico en células curativas. Ellas pueden ser el secreto para reparar y regenerar nuevo músculo cardíaco. Las posibilidades de nuevos descubrimientos y nuevas terapias innovadoras son emocionantes e importantes”, dijo Fedak, uno de los investigadores.