La grieta en AFA: los diez clubes disidentes. Y… ¿Olimpo?
El nuevo torneo divide las aguas en la calle Viamonte; Boca, River y San Lorenzo, lideran el grupo separatista.
grupo fue hacia el norte de Buenos Aires. El otro, hacia el sudoeste; uno se juntó en una casa; el otro, en un restaurante. Uno juntó al 90% de los campeones de primera división; el otro se nutrió de los dirigentes del ascenso. Uno tuvo el 75% del poder de convocatoria del fútbol argentino; el otro, la mayoría automática en el comité ejecutivo de la AFA. El primer grupo se reunió al mediodía del martes en la casa de Armando Pérez,presidente de Belgrano (Córdoba), en Tortuguitas. El segundo, en el restaurante en la zona de Ezeiza, cerca del flamante predio Julio Humberto Grondona. Las diferencias entre los dirigentes de la AFA ya no se guardan debajo de la alfombra. Aunque ante los micrófonos Luis Segura (presidente) y sus laderos Miguel Silva (secretario general del comité ejecutivo) y José Lemme (tesorero) intenten hablar de unidad, la división es un hecho.
“Es el momento de la revolución. Esto no da para más”, se plantó un dirigente de un club grande que participó de la reunión en la casa de Armando Pérez. Boca,River y San Lorenzo,cuyos dirigentes renunciaron a ocupar un puesto en el organigrama del comité ejecutivo que debe decidir Segura en los próximos días, son los abanderados del grupo disidente.Racing,Vélez,Godoy Cruz (Mendoza), Estudiantes,Gimnasia,Newell’s y Rosario Centralacompañan. Falta Independiente, el quinto grande, que aún no decide su postura. Enfrente, Segura y los suyos cuentan con una tropa más numerosa, cuyos emergentes son Alfredo Dagna (Olimpo, de Bahía Blanca), Javier Marín (Acassuso, de la B Metropolitana) y Claudio Tapia (Barracas Central).
Las diferencias entre ambos grupos son programáticas, políticas y económicas. Y les preocupa la escalada de violencia. Los grandes consideran inviable el torneo de los 30, desde el momento en que no hay “recursos extraordinarios” para solventarlo, ni “infraestructura para organizarlo”. A partir de 2015 habrá diez ascendidos, y los grandes sienten que la torta a repartir se achicará y perderán dinero, por más que la B Nacional haya sido advertida el año pasado: “Si no hay más recursos para el fútbol, cobrarán lo mismo que ahora. Ascender es sólo un premio deportivo”, les dijo Grondona. La categoría aceptó, a sabiendas de que podrían, incluso, no tener voto en el comité ejecutivo.
Los clubes más convocantes también sienten que es el momento de recordar viejas reivindicaciones. El grondonismo de Don Julio, según denunciaron muchas veces, les prohibía el acceso a los contratos con los sponsors, los agentes comerciales y la televisión. Nunca supieron -protestaron- cuánto dinero ingresaba en la AFA ni por qué concepto. Por eso ahora, sin el patriarca, reclaman por los convenios con las empresas que auspician al seleccionado, y por el contrato que vincula a la Casa del Fútbol con Santa Mónica, la empresa encargada de proveerle de sponsors al seleccionado. Otro punto es el reparto discrecional de los adelantos de derechos televisivos. “Algunos clubes recibimos cheques posdatados, a 60 o 90 días, que tenemos que cambiar. Otros, afines a la conducción, tienen dinero fresco y no pagan intereses”, protestó otro integrante de ese grupo disidente, que pidió reserva de su identidad.
En este contexto, el formato del torneo sigue sin resolverse. A 49 días de 2015, el fútbol argentino no sabe cómo va a jugar, lo que repercute en las planificaciones económicas y deportivas de 30 clubes. Algo parece claro: habrá torneo de transición. Los 30 clubes se dividirán en dos zonas de 15. Se consagrará un campeón y descenderían seis equipos. Bien podrían ser seis de los diez ascendidos a fin de este año. En cuyo caso, esos clubes habrían hecho una inversión millonaria sólo para disfrutar de las mieles de primera… por seis meses. Los dos ascensos que habría en agosto de 2015 configurarán una primera división con 26 equipos, que disputarían el torneo anual desde agosto de 2015 a junio de 2016. En ese momento habría una nueva purga de clubes, por lo que a partir de agosto de 2016 el número de equipos en primera podría quedar en 22 o en 24. Muy parecido a los 20 de la actualidad.
Quienes se oponen a este torneo multitudinario creen que es “un mamarracho” y que “no se puede pagar”. “Esto, en estas condiciones, es la muerte del fútbol argentino”, indicó un disidente. La disputa por el poder también es una disputa por los billetes. En este punto, el Gobierno juega un papel fundamental. Como socio comercial de la AFA, firmaría en los próximos días la addenda del contrato del Fútbol Para Todos que condona el pago de los $ 220 millones de anticipos recibidos por la AFA en 2014, y agrega ese monto al canon de 2016, que pasará a ser de $ 1195 millones. Pese a la magnitud del número, los clubes de mayor convocatoria (Boca y River cobran, cada uno, el 5% de la torta total del FPT) creen que será insuficiente. E insisten -hasta ahora, por lo bajo, y sin levantar la voz- con una hipotética creación de una liga paralela. En Europa, por ejemplo, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) es independiente de la Real Federación Española de Fútbol. Algo similar ocurre en el Inglaterra, donde la Liga Premier se maneja con autonomía de la Football Association (FA).
Segura, confiado en que la fractura no será tal, abogó por un entendimiento que parece lejano. “Creo que no hay posibilidad de ruptura. Hay intereses y roles distintos y lo que hay que buscar es consenso para que se mantenga el equilibrio para que podamos convivir”, dijo el presidente de la AFA en Fox Sports. Sobre la organización de una liga paralela, respondió: “No me consta. Allá aquel que piense eso”.
El grondonismo, que en realidad es el continuismo grondoniano sin Grondona, se encargó de denostar a los opositores mediante la voz de Javier Marín. “Tal vez Tinelli se reunió con D’Onofrio y Angelici para ver algo del Bailando”, dijo el hombre fuerte de Acassuso en Radio América. Juan Carlos Crespi (Boca) también aportó lo suyo y cruzó a Marcelo Tinelli desde Londres, adonde viajó para acompañar al seleccionado: “El fútbol no se hace cortando polleritas. Te dedicás de lleno al fútbol o no”, criticó Crespi en TyC Sports.
La conducción del fútbol, como el torneo de primera, pasa por un período de transición. En su caso, no se trata de un tiempo de espera para recibir a diez equipos nuevos. Es el momento de reacomodarse luego de un terremoto. Grondona ya no vive. Llevará tiempo. Tal vez, años. Por ahora, la AFA todavía está recalculando. Y se le notan las internas.