Abuelas de Plaza de Mayo presentó a Matías, el nieto 130: “Le damos la bienvenida a esta enorme familia”
La sede de Abuelas de Plaza de Mayo rebasa de alegría. Tal como se había anunciado a comienzos de esta semana, la presidenta de la organización, Estela de Carlotto, presentó al nieto número 130. “Le damos la bienvenida a esta enorme familia”, expresó.
“Nos han mandado pañuelos con el número 130 y nos han llegado saludos de todas parte del país y del mundo“, comenzó la activista de derechos humanos, que rápidamente procedió a leer un comunicado acerca de la historia del nieto recuperado.
Su nombre completo es Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en diciembre de 1977. “Él está aquí para relatar su búsqueda, que la sociedad conozca su caso y, tal vez así, obtengamos algún dato sobre el destino de sus padres”, manifestó de Carlotto.
Fue gracias al trabajo conjunto de Abuelas de Plaza de Mayo, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y el Banco Nacional de Datos Genéticos que Matías pudo encontrarse con su familia, conocer su origen biológico e iniciar una nueva búsqueda, la de su hermano o hermana, ya que, al momento de su desaparición, su madre se encontraba embarazada de dos meses.
Según el testimonio de los primos de Juan Manuel Darroux, el padre de Matías fue secuestrado por cuatro hombres en Paraná y Panamericana, al norte del Conurbano bonaerense, a comienzos de diciembre de 1977. Éstos lo subieron a bordo de un “chevy azul metalizado”, y desde entonces, nadie volvió a saber de él.
Posteriormente y al tanto de la situación, su madre recibió una carta en la que su marido le indicaba que debía encontrarse con unos compañeros de Capital Federal el 26 de diciembre. En esa fecha, Elena Mijalchuk y el pequeño Matías acudieron a la cita, pero nunca regresaron.
Sin conocer a nadie que pudiera brindarles información, las familias de Eelena y de Manuel pidieron a la Justicia la presunción de fallecimiento a finales de los 80′. Sin embargo, en mayo de 1999, Roberto Mijalchuk denunció la desaparición de su hemana embarazada, su cuñado y su sobrino. Así, se abrieron legajos en la CONADI y en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), y posteriormente, las familias Darroux y Mijalchuk fueron incorporadas a las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos.
Mientras tanto, un joven con dudas sobre su identidad se acercó a la filial de Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba. “Él siempre supo que no era hijo de quienes lo criaron, y su expediente de adopción consignaba que había sido encontrado por una mujer la noche del 27 de diciembre de 1977 en la intersección de Ramallo y Grecia, a tres cuadras de la ESMA”, explicó Carlotto.
Cómo en todos los casos de personas con dudas sobre su identidad, la organización dio intervención a la CONADI, que ordenó los estudios genéticos pertinentes. “En octubre de 2016, el Banco informó que el perfil del hombre coincidía con el de las familias Darroux y Mijalchuk. Sin emabargo, las causas de desaparición de sus padres aún continúan indeterminadas”, finalizó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
(TN)