La NASA quiere que la inteligencia artificial detecte asteroides y cometas que amenazan a la Tierra
Mientras algunas empresas poderosas quieren regular el desarrollo de la inteligencia artificial, y al tiempo que investigadores del área reconocen que el avance de esas tecnologías podría ser perjudicial para la humanidad; desde la NASA creen que el análisis profundo de datos es fundamental para la subsistencia de la humanidad.
La agencia estadounidense quiere usar sistemas de inteligencia artificial para detectar objetos espaciales que podrían impactar en la Tierra. El plan fue divulgado por la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, que la NASA creó en 2016 para monitorear y rastrear objetos cercanos a nuestro planeta, en la jerga conocidos como “NEOs”, por “near earth objects”.
En concreto, esa oficina trabaja en el descubrimiento y caracterización de asteroides y cometas que deambulan en nuestras cercanías.
En pleno auge de la inteligencia artificial (cada día nos enteramos de nuevos desarrollos en el área, y recientemente tres pioneros del sector fueron reconocidos con el “Nobel de la informática”), no sorprende que la exploración espacial también se suba al carro de la IA.
Según cuenta Forbes, las tareas de vigilancia son realizadas por humanos, que naturalmente se apoyan en tecnologías vanguardistas de las diversas agencias. Actualmente el ojo humano es la mejor herramienta para dar veredictos sobre eventuales amenazas a la Tierra. Pero esa lógica podría cambiar.
En este momento el sistema es puesto a prueba en un observatorio estadounidense. Los primeros hallazgos revelan que la inteligencia artificial aumenta la eficacia de detección en un 10%. Y esperan que la cifra crezca a medida que continúe el entrenamiento.
El sistema es eficaz para diferencias “falsos positivos” de amenazas (cometas o asteroides) que podrían ser peligros reales. La esperanza es que sirva para agilizar el proceso, determinando en las imágenes las prioridades altas o bajas de impacto. El prototipo del software requirió una inversión de 50.000 dólares, aunque estiman que para la versión operativa se necesitarán 500.000 dólares.