Los padres son tan adictos a los celulares como sus hijos, afirma un nuevo estudio
Muchos padres desean que sus hijos pasen menos tiempo frente a las pantallas de los smartphones y las tablets. Pero una gran parte de los adultos de la familia no predica con el ejemplo. Esa es una de las principales conclusiones de un estudio basado en encuestas a padres e hijos.
En el informe, ambas partes coincidieron en que los dispositivos móviles afectan la vida familiar. Incluso que los integrantes del clan pelean por culpa de la tecnología, y que los celulares invadieron el momento de la cena.
El comportamiento adictivo no es exclusivo de los chicos
“No hay un respiro para los brillos de la pantalla, del estrés y las presiones del día”, dijo James Steyer, director de Commom Sense Media, una ONG con sede en San Francisco, Estados Unidos, dedicada a examinar el impacto de la tecnología en las familias.
El estudio que elaboraron, que se apoya en mil encuestas a padres e hijos entre 12 y 18 años de edad, reveló que el 38% de los adolescentes siente que sus padres son adictos al celular y el 39% desea que los adultos se aparte de su dispositivo cuando están en casa. Esos porcentajes son sustancialmente superiores a los registrados en un informe que habían hecho en 2016.
Además, más de la mitad de los padres encuestados reconoció que pasa demasiado tiempo en sus dispositivos, en comparación el 29% registrado tres años atrás.
“Insto a los padres a considerar estos hallazgos como una llamada de atención respecto a que el uso de los dispositivos realmente pueden afectar el salud de sus hijos y de ellos mismos”, notó Steyer, según reproduce New York Post. “Si la tecnología perjudica nuestra salud y nuestras relaciones, debemos cambiar nuestros métodos. Es tan simple como eso”, agregó.
Ocurre que, además de los datos repasados, el informe de la ONG estadounidense da cuenta de que uno de cada tres adolescentes se levanta al menos una vez a la noche para revisar su teléfono. Y que una tercera parte de ellos se acuesta en la cama con el celular.
Las advertencias coinciden con una investigación divulgada hace algunos meses, que comparó el uso excesivo del celular con la alimentación deficiente. “Los padres pueden pensar en las pantallas como si les dieran comida chatarra a sus hijos. En pequeñas dosis no es tan malo, pero en exceso tiene consecuencias”, señaló Sheri Madigan, psicóloga de la Universidad de Canygan, en Canadá, que lideró aquel trabajo.
(TN)