lunes, noviembre 25, 2024
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Notre Dame: lo que se ha salvado y lo que se ha perdido en el incendio [Video]

 

Ocho horas de incendio acabaron con ocho siglos de historia, pero no todo está perdido en Notre Dame de París. El incansable trabajo de los bomberos y cuerpos de seguridad que realizaron una cadena humana para salvar lo que se pudiese de la catedral, también han dado sus frutos.

La aguja, la primera estructura que ardió a vista de todos y que se derrumbó ante la estupefacción de quien seguía la evolución del incendio, fue sin duda el primer elemento a lamentar. Se trataba de un añadido del siglo XIX por Viollet-le-Duc. Se alzaba a 93 metros y sus 500 toneladas de madera acabaron reducidas a ceniza sobre la cubierta.

El propio ministro francés de Cultura, Franck Riester, ha hecho público el dato: dos terceras partes de la techumbre se han quemado. No obstante, se ha logrado el objetivo marcado ayer cuando el desastre ya era imposible de evitar: salvar la fachada con sus dos torres. Hoy, las fotos de bomberos junto a las gárgolas suponen un alivio ante la desgracia.

Lo que parece que sí se han salvado son los rosetones medievales, de los siglos XII y XIII, unas de las obras de arte más importantes de la estructura original de la catedral.

Se trata de tres rosetas de grandes dimensiones. La norte y la sur tienen 13 metros de diámetro y, junto a la oeste, representan a la Virgen, al Niño Jesús y al cristo Majestad. Además, incluyen vitrales de santos, ángeles y las flores del paraíso.

Los vitrales, la mayoría del siglo XIX, han sufrido daños y todavía no se sabe la situación de los grandes cuadros, que por sus dimensiones no pudieron ser evacuados. Se trataría, sobre todo, de unas setenta pinturas de los siglos XII y XVIII que se encontraban especialmente en los arcos de la nave, el coro y las capillas y que se habrían salvado. No obstante, el humo las ha dañado y por eso se trasladarán al Louvre para restaurarlas.

Entre las pinturas más preciadas y cuyo estado se desconoce se encontrarían ‘La visita’ de Jean Jouvenet (1716) y ‘Santo Tomás de Aquino’ de Antoine Nicolás (1648).

A falta de un censo oficial, otras obras pudieron ponerse a salvo en la sacristía.

Debido a las obras de restauración, se salvaron del incendio las estatuas de cobre de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas que habían sido retiradas hacía unos días de la aguja.

Según los primeros elementos, el principal de sus tres órganos, fabricado por Aristide Caivallé-Coll, se ha salvado. Se trata de un instrumento imponente e histórico con casi 8.000 tubos y cinco teclados. Para muchos, se ha tratado de un pequeño milagro ante tanta desgracia. Aún así, requerirá de una profunda restauración.

El tesoro de Notre Dame ha podido salvarse y ahora se encuentra a resguardo en el Ayuntamiento de París.

Las dos piezas más conocidas están a salvo: la túnica de lino del rey San Luis, del siglo XIII y la Corona de espinas que, según la tradición, los soldados romanos hubieran puesto en la cabeza de Cristo para burlarse de él. (La Vanguardia)

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