Jorja Smith, la sucesora de Amy Winehouse
Cuando Perry Farrell ideó el primer Lollapalooza, en 1991, para despedir a su banda Jane’s Addiction, todavía faltaban seis años para que Jorja Smith naciera. A una orilla y otra del océano Atlántico pasaban cosas: mientras la “generación X” veía nacer en Chicago el festival que la definiría y el grunge terminaba de explotar desde Seattle, en Inglaterra el house pateó la puerta de la casa del rock para llevar a la música pop a otro nivel.
Mientras tanto, la casa de Peter Smith -en Walsall, a dos horas de Londres- olía a reggae y a soul: antes de que nacieran sus hijos Jorja y Luca era cantante de los extintos 2nd Naicha, que hoy no se consiguen ni en Spotify ni en YouTube. A su primogénita le inculcó el gusto por la música y la pequeña Jorja recogió el guante: comenzó a darle al piano a los ocho años, mientras que fue moldeando su gusto de acuerdo al emergente femenino de la época y clásicas. Desde Lauryn Hill hasta Amy Winehouse, pasando por Missy Elliott y la inmortal Nina Simone.
Todas ellas sonaban en los oídos de la Jorja adolescente que iba camino a su primer trabajo, de camarera en Starbucks, mientras soñaba, tal vez, continuar ese legado.
Fast-forward: Jorja Smith se convirtió en una cantante dulce y melancólica, una de las mejores noticias de la música negra de los últimos años. El soul, r&b y destellos de hip-hop conviven en su arte, con el que se ganó la confianza de artistas como Drake, Bruno Mars -abrió varios shows de su gira 2017- y Kali Uchis.
Después de haber utilizado plataformas como Soundcloud para dar a conocer su voz y editar el vital EP Project 11, en junio pasado lanzó su esperado y laureado primer álbum, “Lost & Found”.
“Me siento muy afortunada de ser parte de un festival tan prestigioso. Es muy muy loco dijo en la previa del show en Lollapalooza Argentina. Tocará el domingo 31 en el escenario Alternative a las 19.45, jornada en la que también están programados Kendrick Lamar, Paulo Londra, Lenny Kravitz, La Mona Jiménez, Lali, Vicentico y muchos más.
-¿Cuánto influyó en tu música el hecho de que tu papá haya sido cantante?
–Bastante. Creo que es una combinación de eso y de crecer en un hogar donde la música siempre estaba sonando. Solía escribir canciones en mi habitación para después bajar las escaleras y tocárselas a mi papá. El me daba su punto de vista, hacía críticas constructivas que, en primera instancia, odiaba. Pero después la tenía en cuenta.
-¿Cómo te tomás la comparación que hacen con vos y artistas como Lauryn Hill, Missy Elliott, que digan que sos “la nueva Amy Winehouse” o que te señalen como continuadora del legado del soul?
–Es un privilegio que me vinculen con artistas como ellas, las admiro mucho. Pero son muy especiales y nadie puede ser como ellas. Por mi parte, estoy tratando de ser yo misma. Porque eso es todo lo que puedo ser. Por otro lado, creo que, a veces, un género, estilo, etiqueta puede ser restrictivo. Diría que mi música tiene un estilo distintivo y ese estilo vendría a ser yo.
-En la previa, tu disco “Lost & Found” generó muchas expectativas por tus singles previos y también por el trabajo con artistas como Drake y Kali Uchis. ¿Cómo manejás la expectativa ajena, te sentiste presionada?
–No lo pensé de esa manera, creo que habría sentido muchísima presión. Simplemente escribí las canciones que necesité sacar de adentro mío. Después, las puse todas juntas y armé “Lost & Found”. En realidad, yo misma tengo altas expectativas sobre mi música y para satisfacerlas, tengo que trabajar.
-Tu disco lleva poco más de medio año de editado y te llevó a girar por gran parte del mundo. ¿Qué es lo mejor y lo peor de estar de gira y a qué lugares que todavía no llegaste te gustaría ir?
–Definitivamente, lo mejor es ver el mundo. Me siento afortunada de poder viajar con mi banda y equipo, que son literalmente como una familia. A veces puede ser demasiado y empiezo a extrañar mi casa o simplemente estoy cansada de tanto viajar. Pero es lo mejor, principalmente. Y me encantaría ir a tocar a África, Cuba, Jamaica y China.
-En tu disco subyace cierto contenido que retrata lateralmente el momento social de Europa, especialmente en letras como las de “Blue Lights”. ¿Hacia dónde mirás cuando escribís?
–Generalmente, no miro hacia ningún lado ni busco inspiración externa cuando escribo mis letras. Tiendo a escribir sobre mis pensamientos o sentimientos. Siempre me encantó escribir poemas, así que pienso que eso se ve en mis letras.
-¿Qué música estás escuchando actualmente que te inspire?
–Depende del mood en el que esté. En este momento, amo la escena británica de jazz, realmente me inspira: hablo de artistas como Ezra Collective, Laura Misch, KOKOROKO.
-Alrededor del mundo, el feminismo se está fortaleciendo. ¿Qué creés que estás contribuyendo a la causa?
–Si soy capaz de inspirar a las mujeres a mi alrededor, siento que esa es mi contribución. (Infobae)