River golpeó primero en La Plata
El Millonario le ganó a Estudiantes por 2 a 1 en la ida de los cuartos de la Copa Sudamericana. Vera había abierto la cuenta en el local; pero Mora y Schunke, en contra, le dieron la victoria a los de Núñez.
La autoridad y el buen fútbol con el que venía jugando River absorbieron los argumentos de la previa y los trasladó al partido, por lo que en el arranque fue el equipo dirigido por Marcelo Gallardo el que se mostró superior desde lo anímico, y eso lo trasladó al juego.
Parado de contra, Estudiantes entendió su rol en este encuentro pese a su localía, e intentó lastimar con la velocidad de Guido Carrillo y la potencia de Diego Vera arriba, y la profundización que proponían en zona de tres cuartos Román Martínez y Joaquín Correa.
Pero hubo una acción sobre los 17 minutos que condicionó emocionalmente el resto de la etapa inicial y fue el penal no cobrado que le cometió el arquero visitante Marcelo Barovero a Martínez.
El guardavallas salió con los píes en una mano a mano con el volante y lo impactó sobre el tobillo derecho, pero Martínez no cayó, sino que terminó dando saltitos contra los carteles de publicidad.
El árbitro Diego Abal pasó por alto esta acción y cinco minutos después Martínez debió salir porque no podía pisar, y lo hizo envuelto en lágrimas. Después se le diagnosticó “traumatismo en el peroné derecho, con herida cortante”.
Esta circunstancia impulsó a los locales desde la bronca que le provocó esta situación y entonces se lanzaron con más decisión en pos del arco rival.
El desarrollo se hizo entonces de ida y vuelta, le agregó más emotividad a la propia de un partido de esta naturaleza, y el balón fue trasladado con fluidez de un área a otra.
Y cuando el primer período se moría, en el segundo de los tres minutos de descuento otorgados por Abal llegó un grave error conceptual de Ramiro Funes Mori, calificado exageradamente esta semana por algunos referentes históricos del club como el “caudillo más importante desde Daniel Passarella para acá”.
El riojano quiso gambetear hacia adentro, algo reprochable hasta en los potreros, y “Viruta” Vera lo despojó del balón para, acto seguido, definir con un derechazo cruzado.
Con esa desventaja salió River a reivindicar todo lo que se dice de él por estos días, y lo hizo.
Por empezar, volvió a ser el del cuarto de hora inicial del primer tiempo, manejó la pelota, llegó por los costados y concretó por el medio.
Y ya a los siete minutos el “millonario” llegó a la igualdad tras un centro desde la derecha de Carlos Sánchez, que se iría expulsado sobre el final por simular una infracción, y un cabezazo a la red de Rodrigo Mora (hoy cumplió 27 años), funcionando a full la conexión uruguaya riverplatense.
Y lo plausible fue que River no se resignó ni se conformó con una paridad más que apetecible como visitante, con gol incluido, sino que fue por la victoria, aún a riesgo de quedarse sin nada.
Y por esa actitud recibió un premio “desde arriba”, ya que a los 26 minutos Sánchez llegó una vez más hasta el fondo, esta vez por izquierda (en el primer tanto lo había hecho por derecha), y su centro se desvió en el zaguero local Jonathan Schunke para transformarse en el tanto del triunfo de los de Núñez, que dieron nuevamente vuelta un resultado como el pasado domingo en Atlético Rafaela.
Estudiantes fue a buscar pero con la aparente convicción de sentirse menos que su adversario, y por eso, salvo una acción en la que estuvo cerca el capitán Guido Carrillo, nunca sus ataques dejaron la sensación de que podían convertirse en el empate.
Y entonces River acumuló, el día 29 de octubre, su partido número 29 sin derrotas, mientras que Estudiantes sumó su primer traspié como local frente a un equipo argentino en competencias internacionales a lo largo de la historia.