Estuvo en prisión y hoy asesora a mujeres sobre maquillaje y manicuría en una farmacia
Una mujer de 46 años que sufrió reiterados reveses cuando se postulaba a un trabajo por haber estado en prisión, fue capacitada como manicura y empleada por una conocida cadena de farmacias, donde trabaja de manera formal, a partir de un convenio entre la empresa y dos dependencias del ministerio de Justicia.
Este acuerdo es uno de los más de 30 que la Dirección Nacional de Readaptación Social celebró con empresas, sindicatos, organismos públicos, Gs, clubes, sindicatos e instituciones educativas para la formación y empleo de personas bajo prisión domiciliaria con monitoreo electrónico o que fueron recientemente liberadas.
“Ahora soy otra, soy una señora responsable que anda bien vestida y perfumada, trabajo en un hermoso local de la mejor zona de Buenos Aires al que vienen personas de todas partes del mundo y acá estoy yo para recibirlas como asesora de belleza y manicurista”, dijo a Télam Nancy Catacora, egresada del programa de capacitación “Look que transforma”.
La iniciativa de la Dirección Nacional de Readaptación Social junto a la Dirección de Asistencia de personas Bajo Vigilancia Electrónica y Farmacity, ofrece cursos gratuitos de maquillaje, cuidados de la piel y de manicuría pensados para facilitar la inclusión laboral.
Nancy estuvo varias veces en prisión por delitos menores y la última condena de ocho meses la terminó de cumplir hace dos años.
“Cuando uno sale no tiene trabajo ni plata para tratar de salir adelante. La gente no te emplea porque tiene miedo que les robes. Yo presentaba mis papeles y siempre me decían que no reciben gente que tuvo problemas, pero no debería ser así”, aseguró esta madre de cinco hijos de entre 7 y 19 años.
Nancy, que llegó a compartir una estancia en prisión con sus dos hijos mayores cuando eran pequeños, estaba trabajando de cuidadacoches cuando se le presentó esta oportunidad de capacitación y empleo.
“Todo el esfuerzo valió la pena y hoy mis hijos están orgullosos de mí. Cuando fue la graduación se me caían las lágrimas porque yo tenía mucho miedo a la indiferencia, y hoy resulta que me toman de ejemplo y eso es muy lindo”, dijo.