Quienes logran hacer más de 40 flexiones de brazos tienen un menor riesgo cardiovascular
Un estudio de la Universidad de Harvard asocia el número de flexiones que un hombre de mediana edad es capaz de hacer con un mayor o menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares a futuro, incluidos diagnósticos de enfermedad arterial coronaria y eventos importantes como insuficiencia cardíaca.
Según hallaron, los que pudieron completar más de 40 flexiones tuvieron un riesgo significativamente menor de resultados de enfermedad cardiovascular (ECV), frente a los que pudieron realizar menos de 10.
“Tuvieron una reducción del 96% en los eventos de ECV incidentes”, escribió uno de los autores, Justin Yang, residente de Medicina Ocupacional en el Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública TH Escuela Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, luego de diez años de seguimiento.
Los investigadores analizaron los datos de salud de 1.104 bomberos activos entre 2000 y 2010, con una edad promedio de 39,6 años y un índice de masa corporal promedio de 28,7.
En ese periodo, se informaron 37 resultados relacionados con ECV. Todos menos uno ocurrieron en hombres que completaron 40 o menos flexiones durante el examen.
“Estos estudios siempre son bienvenidos porque nos recuerdan y reiteran que quien tiene mayor capacidad de ejercicio vive más y mejor”, dice Roberto Peidro, cardiólogo de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y director del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro.
“Puede sonar obvio, pero quien posee mayor fuerza muscular y mayor capacidad aeróbica tiene menos posibilidades de desarrollar un infarto de miocardio”, sigue.
“Nuestros hallazgos brindan evidencia de que la capacidad de hacer ‘push-up’ podría ser un método fácil y sin costo para ayudar a evaluar el riesgo de ECV en casi cualquier entorno.
Sorprendentemente, la capacidad de hacer flexiones estuvo más fuertemente asociada con el riesgo de enfermedad cardiovascular que los resultados de las pruebas de rendimiento en la cinta de correr”, explica Justin Yang.
Peidro remarca a Clarín que, si bien es una investigación útil y motivante, porque promueve hacer un tipo de gimnasia sencilla, sin la necesidad de aparatos, se trata de un estudio sectorizado, sólo para hombres de casi 40 años y retrospectivo: “Pero quiero subrayar que aquel que no pueda hacer 40 flexiones no estará más predispuesto al infarto. No asustemos a la gente. Quien pueda hacerlas estará más protegido. Pero tampoco es una pavada hacer 40 flexiones”.
La investigación considera que las evaluaciones objetivas de la condición física son fuertes predictores del estado de salud. Según los autores, se trata del primer estudio conocido que informa de una asociación entre la capacidad de hacer flexiones y los resultados posteriores de la enfermedad cardiovascular.
El cardiólogó de la SAC afirma, sin embargo, que este estudio no es suficiente para reemplazar a las ergometrías: “Sí es más económico y ocupa menos espacio porque no es necesario ninguna aparatología.
Pero la ergometría es un estudio sofisticado en el que se hace un ejercicio con electrocardiograma, que brinda mayor cantidad de datos y precisiones para un diagnóstico más completo”.
“Este estudio enfatiza la importancia de la aptitud física en la salud, y por qué los médicos deben evaluar la aptitud física durante los encuentros clínicos”, dice el autor principal Stefanos Kales, profesor del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela Chan de Harvard y jefe de Medicina Ocupacional de la Cambridge Health Alliance.
Peidro concluye que “hacer más flexiones beneficia el estado físico, que si está saludable, tiene menor riesgo de infarto. Es el principal mensaje de este estudio, a priori sencillo, pero que no deja de ser importante, porque ejerce de estímulo para quien quiere animarse a superar la cantidad de flexiones diarias”. (Diario Clarín)