lunes, noviembre 25, 2024
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Al menos 50 mil “chalecos amarillos” volvieron a la carga en Francia

 

Al menos 50.000 “chalecos amarillos” volvieron a desafiar este sábado, por octava vez consecutiva, al gobierno francés con protestas que terminaron en episodios de violencia callejera, denunciados como un “ataque a la República” por el presidente Emmanuel Macron.

“Una vez más, una violencia extrema vino a atacar la República – a sus guardianes, a sus representantes, a sus símbolos. Quienes cometen estos actos olvidan el corazón de nuestro pacto cívico. Se hará justicia. Todos deben serenarse para que pueda producirse el debate y el diálogo”, escribió el presidente en Twitter.

El denominado “VIII Acto” de la movilización reunió 50.000 personas, muchos más que los 32.000 manifestantes de la semana pasada, anunció el ministro del Interior, Christophe Castaner. El fin de semana antes de Navidad, los “chalecos amarillos” convocaron 65.000 seguidores en las calles, según la misma fuente.

El ministro del Interior minimizó la convocatoria del sábado.

“50.000 es un poco más de una persona por comuna [ayuntamiento] en Francia (…) Por lo tanto, vemos que este movimiento no es representativo de Francia”, declaró en el canal LCI.

Esta fue la primera movilización de 2019, pese a las concesiones del Ejecutivo, que había anunciado que debatirá las reivindicaciones del movimiento a mediados de enero.

El movimiento surgió en protesta contra el alza del precio de los combustibles, para luego defender reivindicaciones más amplias, relativas a los impuestos o al derecho a un referéndum de iniciativa ciudadana.

Los “chalecos amarillos” empezaron a desfilar como es habitual por la mañana en distintas ciudades de Francia en relativa calma, pero poco después del mediodía varias de estas manifestaciones derivaron en enfrentamientos con la policía, especialmente en París.

En la capital, donde huno unos 4.000 manifestantes, un gendarme resultó herido en uno de los enfrentamientos que volvieron a ocurrir en los puntos más emblemáticos para el turismo y el comercio parisino, como la avenida los Campos Elíseos, el bulevar Saint-Germain, el Jardín de las Tullerías, la alcaldía de París y la Asamblea Nacional.

“Vamos a manifestarnos aquí cada sábado, [el movimiento] continuará en 2019”, decía a través de un megáfono, Sophie, una de las figuras del movimiento.

En el cortejo se escucharon gritos que se repitieron en varias ciudades como “¡Macron dimisión!” y consignas contra la prensa, constató la AFP.

A orillas del Sena, en dirección hacia la Asamblea Nacional desde el ayuntamiento, se registraron los primeros forcejeos con las fuerzas de seguridad. Los manifestantes lanzaron piedras y botellas a la policía que respondió con gases lacrimógenos.

Uno de los restaurantes en una barcaza sobre el Sena, anclada cerca del Museo de Orsay, fue incendiado, al igual que varias motos y monopatines de alquiler y un auto en el bulevar de Saint- Germain, observaron periodistas de la AFP.

El portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, tuvo que ser evacuado de sus oficinas cuando algunos manifestantes destrozaron la gran puerta de madera de su ministerio y entraron en el patio interior, aunque sin llegar a penetrar en el edificio.

Los “chalecos amarillos” también se movilizaron en Marsella (sureste), Lyon (este), Grenoble (este), Rouen (norte), Caen (noroeste) o Burdeos (suroeste), uno de los puntos calientes de las protestas.

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