viernes, noviembre 22, 2024
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Una adolescente cantó durante una cirugía cerebral para salvar sus habilidades musicales

 

 

Cuando hace cuatro años Kira Iaconetti empezó a perder la voz y a articular mal letras de canciones supo que algo no andaba bien. Resultó que tenía epilepsia musicogénica, un tipo cuyas crisis y convulsiones se desencadenan por emociones particulares generadas al escuchar un determinado fragmento musical.

Al cantar desde los seis años, la joven sabía que algo le pasaba después de tener episodios en los que “no podía procesar las palabras al compás de la música” y “no podía cantar” según detalló a medios locales. Luego vino el diagnóstico y le dijeron que necesitaba una cirugía.

A Kira tenían que extirparle un tumor cerebral para detener las convulsiones que sufría. Para ayudarla sin dañar las partes de su cerebro de donde proviene su musicalidad, el doctor Jason Hauptman y su equipo realizaron una cirugía en el Hospital de Niños de Seattle en la que le dijeron que tenía que cantar mientras la operaban.

“En el corto tiempo que conocí a Kira, aprendí que su pasión era cantar y actuar y pensé que lo peor que podía hacer era quitarle eso”, explicó el médico a Insider.

Para la cirugía, la joven eligió interpretar la canción Island in the sun de Weezer porque es una pieza que le recuerda al lugar donde nació, Hawaii. Esa melodía tiene además una frase idónea para la ocasión: “I can’t control my brain” (No puedo controlar mi cerebro). Los doctores bailaron un poco mientras ella cantó.

 

Kira tocó la guitarra y cantó en el hospital 48 horas después de la operación, según escribieron en el blog del hospital. Es decir, que al cirugía no le afectó su lado musical. Con ese resultado, la adolescente está feliz de saber que tiene la posibilidad de dedicarse a su sueño: el teatro musical. “Mi mayor temor antes de la cirugía era que las convulsiones impidieran la realización. Ahora, quiero volver al escenario para actuar tan pronto como pueda”, expresó.

Los riesgos de una craneotomía despierta no son muy diferentes a los riesgos de la cirugía cerebral regular. A Kira la pusieron bajo los efectos de la anestesia y la despertaron cuando llegó el momento de la extirpación del tumor. Una vez despierta, se le pidió que cantara y realizara otras tareas musicales para que Hauptman pudiera determinar qué partes de su cerebro tocar y cuáles estaban fuera de los límites.

“Una de las ventajas de realizar una cirugía mientras el paciente está despierto es que es muy tranquilizador que se conserve la función”, indicó el especialistas, quien también señaló que este tipo de cirugía puede ser útil para las personas con epilepsia que necesitan preservar su habla u otras funciones cerebrales, no sólo los relacionados con la música.

En un pequeño porcentaje de pacientes, la cirugía cerebral mientras una persona está despierta podría causar convulsiones transitorias, cambios en su visión, problemas de coordinación y equilibrio, dificultad para hablar y pérdida de memoria, según la Clínica Mayo.

(TN)

 

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