Marina anunció su apoyo a Aécio Neves
A cambio, Neves aceptó públicamente algunas exigencias de Silva, como la demarcación de tierras indígenas, la ampliación de la reforma agraria y el fin de la reelección de cargos en el Poder Ejecutivo.
Marina Silva dio por terminado el suspenso y dijo que apoyará a Aécio Neves en el ballottage. La ambientalista, tercera más votada en las elecciones presidenciales brasileñas con 21,1 por ciento de los votos, manifestó ayer que acompañará al candidato socialdemócrata en la segunda vuelta del 26 de este mes, donde enfrentará a Dilma Rousseff. La actual presidenta respondió a la iniciativa de Silva señalando que el voto no es propiedad de los candidatos sino del ciudadano. El anuncio se produjo luego de que Neves aceptara públicamente algunas exigencias de Silva, como la demarcación de tierras indígenas, la ampliación de la reforma agraria y el fin de la reelección de cargos en el Poder Ejecutivo. “Teniendo en cuenta los compromisos asumidos por Aécio Neves, declaro mi voto y mi apoyo a su candidatura”, afirmó Marina y aclaró que su decisión no se basa en un acuerdo de gobierno, sino que lo hace como ciudadana, ya que los partidos que sostuvieron su postulación en la primera vuelta ya manifestaron sus posiciones.
La ecologista valoró los compromisos que asumió el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en un manifiesto leído en persona anteayer, en el que recogió varios principios defendidos por ella durante la campaña electoral. En ese sentido, dijo que entiende esos principios como compromisos con la nación y afirmó que suponen una “segunda carta a los brasileños”, en alusión al manifiesto con que Luiz Inácio Lula da Silva logró tranquilizar a los inversores y ganar las elecciones presidenciales de 2002. En su declaración, Neves se comprometió con principios del desarrollo sostenible, con el mantenimiento de los programas sociales encabezados por Rousseff y con antiguas banderas enarboladas por la izquierda, que –sostuvo– han sido descuidadas por la mandataria, como la reforma agraria o la defensa de los indígenas. El documento leído por Neves incluyó el impulso de una reforma política y el cuidado de la naturaleza.
En su mensaje de ayer, Marina Silva instó a “salir del territorio de la política destructiva y vengativa y apostar, una vez más, a la alternancia de poder bajo la batuta de la sociedad, de los intereses del país y del bien común”. En la primera vuelta Marina fue candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), cargo al que accedió tras la muerte en un accidente aéreo del entonces aspirante, Eduardo Campos, ocurrida el 13 de agosto último.
En tanto, Rousseff relativizó el eventual impacto de la decisión anunciada por Silva en el resultado del ballottage al afirmar que ello no implica una transferencia automática a Neves de los votos que la ambientalista recibió en su elección para la primera vuelta. “El voto no es de nadie, es de quien va a la urna y registra el voto, no es propiedad ni mía ni de ningún candidato, es del ciudadano”, sostuvo la mandataria en una conferencia de prensa en San Pablo. La jefa del Estado dijo que comprendía la decisión de Silva por su proximidad con las propuestas económicas de Neves y las diferencias que, según ella, su ex compañera de gabinete mantiene con los programas sociales del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante.
Rousseff reiteró que los brasileños deberán optar en la segunda vuelta electoral entre dos visiones de país: un compromiso con el pueblo, en su caso, y un retroceso, en el de Neves. También pidió respeto por la autonomía e independencia de cada ciudadano para decidir el sufragio. “Los que están del lado adversario representan una visión de la economía que cuando estuvo en el gobierno quebró el país tres veces”, agregó Rousseff.
Según la mandataria, la socialdemocracia brasileña, que se mantuvo en la presidencia entre 1992 y 2003, estaba en quiebra porque las reservas de divisas eran mucho menores que la deuda externa. Y sostuvo que los gobiernos del PSDB, con los presidentes Itamar Franco y Fernando Henrique Cardoso, fueron responsables por aplicar planes de estabilización económica con los que Brasil se recuperó de la grave crisis de la década de 1980, cuando el país sí tuvo que declarar la moratoria de la deuda.
Asimismo, la jefa de Estado manifestó que las políticas económicas del PSDB causaron altas tasas de inflación y de desempleo. Además aseguró que, si gana las elecciones Neves, estará en riesgo la continuidad de programas sociales, entre los que mencionó “Mi Casa Mi Vida”, que ofrece viviendas a precios populares para los pobres. En la primera vuelta Rousseff fue la más votada, con 41,59 por ciento de los sufragios, y Neves fue el segundo, con 33,55 por ciento.
Según una encuesta de intención de voto divulgada anteayer por la empresa Sensus, Neves es el favorito para ganar la segunda vuelta con 58,8 por ciento de los votos, frente a 41,2 por ciento de la presidenta, lo que supondría una transferencia casi automática de los votos obtenidos por Silva en la primera vuelta hacia el retador socialdemócrata.