“El nuevo Código es un producto cultural auténticamente argentino e hijo de la democracia”
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que el nuevo Código Civil y Comercial sancionado “es un producto cultural auténticamente argentino”, al tiempo que destacó que es “hijo de la democracia” y que no pertenece a “ningún partido político y a ningún gobierno”. También, anunció el envío al Congreso de un proyecto de Código de Procedimiento Penal Nacional.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó el nuevo Código Civil y Comercial y dijo que “es un producto cultural auténticamente argentino, hijo de la democracia que no pertenece ningún partido político y a ningún gobierno”, durante un acto desarrollado esta tarde en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
En el acto, la jefa de Estado comparó el nuevo Código Civil y Comercial que entra en vigencia en enero de 2016, con el anterior Código Civil redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield en 1869 que “fue aprobado sin discusión y sin modificaciones a libro cerrado por el parlamento argentino” y agregó que “la reforma más importante y extensa que tuvo ese código se dio también paradójicamente en una época no democrática (por la dictadura de Juan Carlos Onganía)”.
En ese sentido, la jefa de Estado explicó que el actual código “se intentó unificar y modificar en siete intentos, siete frustraciones”, desde 1926 a la fecha, y que el actual proceso se inició en febrero de 2011 con la creación de una comisión encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y finalizó más de tres años después, luego de pasar por el Poder Ejecutivo, la comisión legislativa bicameral, más de 20 audiencias públicas y la aprobación de ambas cámaras del Congreso.
“No hubo en la historia argentina una norma más debatida hacia la sociedad como este nuevo Código Civil. La Comisión que elaboró el proyecto llevó a cabo 29 reuniones y 18 audiencias públicas en todo el país”, apuntó la jefa de Estado, acompañada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Justicia, Julio Alak; el secretario de Justicia, Julián Álvarez; y el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda.
En ese sentido, lamentó la ausencia del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Dominguez, que está “internado, vaya nuestra solidaridad con él, un hecho que lamentamos porque después de tanto trabajo no pudo estar en el día de la fecha”.
Y remarcó: “Aquel código que tuvo una tradición estrictamente europea, este código une la tradición europea, nuestra propia cultura, nuestras necesidades, experiencias y vivencias. Debemos decir que a diferencia del Código de Vélez Sarsfield es un producto cultural auténticamente argentino, hijo de la democracia, no pertenece a ningún partido político ni gobierno. Es el Código Civil y comercial de la democracia”.
En un discurso de 50 minutos, en el que estuvieron presentes gobernadores provinciales y los ministros de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, Raúl Zaffaroni y Elena Higthon de Nolasco, la Presidenta destacó que “es un código de fácil lectura, acceso y comprensión, que no es una cuestión de entendidos o especialistas, porque los derechos deben poder ser leídos por quienes los tienen que ejercer porque si no los pueden leer, no los pueden pedir y no los pueden defender”.
Cristina destacó que el nuevo Código incorpora “igualdad y diversidad, ley de igualdad de género, y matrimonio igualitario”, y remarcó que “la igualdad es posible si reconocemos que somos diferentes”.
En ese sentido, la Presidenta agregó que en el antiguo Código “el sujeto era el hombre, en el nuevo aparecen la mujer y el niño”.
“Al ser forjado por el liberalismo, fue un código en pleno auge del liberalismo, era el derecho individual, no existían los derechos colectivos, estaba el derecho de las personas por sobre todas las cosas, por eso se hablaba únicamente de la propiedad privada y del hombre”, especificó.
Y destacó que en el nuevo incorpora “los derechos colectivos”, con temas como el medio ambiente y los consumidores.
Por su parte, Cristina también destacó algunas de las reformas que se incorporan, como la “la unión convivencial que hoy es una realidad insoslayable” porque, según consideró, “hay algo que el Estado no puede hacer que es intervenir en las decisiones personales de las personas”.
“Esto no es impulsar el divorcio express, sino que la gente viva con quien tiene ganas de vivir y no con quien el Estado le impone”, dijo la jefa de Estado, al aludir a algunas de las críticas, y agregó que se elimina “la idea de causales y culpables del divorcio”.
“Creo que el hecho de no hacer un engorroso trámite de divorcio va a llevar a que la gente quiera formalizar porque sabe que divorciarse va a ser un martirio”, enfatizó al destacar los acuerdos prenupciales.
En cuanto a la adopción, Cristina afirmó que facilita los trámites y que además reconoce como adopción de integración, una vez más facilitando la vida a la gente y la integración familiar”.
“Los chicos van a poder decidir si primero va el apellido del padre o de la madre, los dos ejercemos la patria potestad”, explicó.
“Lo que uno quiere es a sus hijos, a sus nietos, es dejarles un mejor país y que cuando hacemos esta presentación y la próxima del código de procedimiento penal para estar acorde a todas las provincias, lo hacemos con esta sana y clara intención de lograr que a la gente se le simplifiquen las cosas y pueda vivir mejor”, manifestó Cristina.
Y añadió: “Este Código Civil y Comercial plasma parte de todas las conquistas sociales, políticas, que hemos logrado en estos años”.
Asimismo, la jefa de Estado destacó el documento del Episcopado, que por más de que habló de las diferencias que hubo en el debate “reconoció que había un trabajo de consulta”.
“Hoy la sociedad tiene una gran madurez y exige que se discutan los problemas de frente, no importa si se gana o se pierde, son las reglas de la democracia, no es dejar un espacio vacío, sino llenarlo con ideas”, remarcó.
Y finalizó: “No se puede seguir hablando de democracia y de derechos cuando no se respeta la voluntad popular en las urnas”.