viernes, noviembre 22, 2024
Tecnologia

La ansiedad por olvidar el celular está relacionada con la necesidad de registrar los recuerdos

 

 

A probable que muchos usuarios de celulares lo hayan experimentado alguna vez: esa rara sensación que se dispara al necesitar el celular mientras no lo llevamos con nosotros.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong y la Universidad Sungkyunkwan en Seúl sugirió que esta “ansiedad por separación” está determinada por la dependencia que tenemos de nuestros teléfonos “para crear, almacenar y compartir nuestros recuerdos personales”.

Esto permitiría entender mucho mejor por qué algunos necesitan llegar hasta el punto de embarcarse en un retiro tecnológico (“detox tecnológico”) o a terapia de desintoxicación de la tecnología, sin Whatsapp ni Facebook ni ninguna otra app.

Según el estudio, cuantos más recuerdos generes con tus dispositivos, más dependiente te volverás de ellos. Cuando no dejamos de tener el celular en la mano, es muy posible de estar en un caso de nomofobia.

Arribaron a esta conclusión tras encuestar a más de 300 adultos de Corea y evaluarlos en dos grupos diferenciados en función de sus respuestas: alta o baja nomofobia. Ambos grupos percibieron sus dispositivos como un medio para acceder a información y entretenimiento, pero los más dependientes (alta nomofobia) eran más propensos a describir sus teléfonos como ‘una extensión de sí mismos’, ya que usaban palabras como ‘yo’, ‘mi’ y ‘parte’. Los nomofóbicos tenían además más probabilidades o riesgo de distraerse en sus trabajos o estudios.

Conclusiones de uso

Los investigadores sostienen que este hallazgo confirma que “el uso problemático de los teléfonos inteligentes puede provocar efectos negativos tanto en la condición física de los usuarios como también en la calidad general de su vida cotidiana”. Los autores del trabajo aseguran que la utilización del celular tiene muchas ventajas, pero también está produciendo cambios en determinadas funciones cerebrales.

“Se observaron casos de disminución de la orientación espacial desde que utilizamos las aplicaciones de geolocalización, al dejar de ejercitar áreas cerebrales relacionadas con dicha aptitud. Quizás con el tiempo, la epigenética se encargará de la manifestación en nuestros genes de este déficit y de introducir otros cambios imprevisibles relacionados con los múltiples dispositivos que utilicemos e incrementar otras capacidades en nuestro hardware”, consignaron los expertos.

Cómo afecta la memoria también viene siendo materia de estudios para estos y otros grupos de investigación del mundo.

Desde la ciencia, se recomienda hacer un plan “detox” personalizado: dejar un día a la semana el teléfono en casa o aprovechar los períodos vacacionales para prescindir de él lo máximo que podamos.

Fuente: TN

 

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