¡Si querés llorar, llorá! Películas que te harán emocionar
Anna Karenina (2012)
Sin duda, una de las historias más trágicas de la literatura. Y casi también de la gran pantalla. La vida de esta mujer a través de su adulterio será un via crucis con un final amargo.
https://www.youtube.com/watch?v=OHuAmSf9N_4
La tumba de las luciérnagas (1988)
No es sólo una de las películas más tristes, sino también de la historia del cine. Y es que la guerra, la que sea, siempre tiene las peores consecuencias para las personas que se ven envueltas en su destrucción. Y si esas son un adolescente y su entrañable hermana pequeña, azotados por la hambruna y la miseria, más aún. Prepará las lágrimas, que Isao Takahata no se anda con tonterías.
Love Story (1970)
La historia de amor más trágica de los 70. La que nos enseñó que amar significa no tener que decir lo siento. Y que no todos los planes salen como esperas. Un melodrama icónico difícil de olvidar.
Querido John (2010)
El romanticismo trágico de Nicholas Sparks ataca de nuevo en esta adaptación de una de sus novelas, en la que un joven soldado que regresa a casa se enamora de una chica. Y de ahí, el drama. Una de esas películas románticas donde todo parece ir a la contra, pero donde no sobran sentimientos inflamados.
Y nadie mas que tu (2018)
Igual que ‘Love Story’, los amantes de esta película de Netflix se enfrentan a la tragedia, a los obstáculos que pone la vida, aquellos en los que el amor quizás no es suficiente. Una de esas historias para llorar bien fuerte.
Los Miserables (2012)
¿Te apetece tener una banda sonora mientras lloras desconsoladamente? Pues esta es tu película. La adaptación cinematográfica del famoso musical sobre la revolución francesa fallida tiene unas cuantas escenas de emoción pura, de muertes que se sienten muy cercanas y un dolor que emana de las maravillosas interpretaciones de los actores.
Lo imposible (2012)
J.A. Bayona es un maestro en el arte de manejar nuestras emociones, y hay días en los que eso es todo lo que necesitamos: que nos dirijan, nos emocionen y nos manden para casa. En este filme recrea el tsunami que arrasó Tailandia en 2004, y cómo una familia separada por la ola tiene que luchar por volver a encontrarse.
Mi vida sin mí (2003)
¿Cómo sería tu vida sin ti? Así lo ve Ann (Sarah Polley), de 23 años, cuando se entera que le queda poco tiempo de vida. De pronto, su pareja y sus dos hijas se ven lejanas, y ella sólo puede pensar en todas aquellas cosas que dijo que haría y nunca hizo. Una de esas películas que no se olvidan fácilmente.
Nunca me abandones (2010)
Basada en la novela de Kazuo Ishiguro, esta película sigue la historia de un grupo de jóvenes que se escapan de la institución en la que estaban internados, al descubrir qué es lo que realmente hacían allí. Algo turbio. Su ambiente es tan deprimente y sus historias tan trágicas que más te valdría comprarte un buen paquete de pañuelos.
El niño con el piyama a rayas (2008)
De nuevo, la mirada de los niños, tan profunda como sencilla, nos revela la peor parte de las tragedias universales. En esta película, basada en la novela de John Boyne, nos lleva a un campo de concentración nazi, en plena Segunda Guerra Mundial, y la relación de dos niños para los que no existen razas, clases sociales o religiones.
Expiación, más allá de la pasión (2007)
Joe Wright empezó a recibir elogios en todo el mundo con esta historia de amor llena de mentiras, falsas acusaciones, envidias y, al final, la guerra. Uno de esos dramas faraónicos que no renuncian a la sensibilidad de sus personajes y sus historias, en una película completamente abrumadora.
Se lo llevaron: recuerdos de una niña de Camboya (2017)
Fue la representante de Camboya en los premios Oscar, y confirma a Angelina Jolie como una cineasta más que interesante. En esta película cuenta la historia real de una niña que tuvo que sufrir la Guerra Civil en su país, llena de violencia, sangre y pérdida. Y es que estas historias, con la mirada de un niño, son mucho más desgarradoras.
El diario de Noa (2004)
Esta no es una película romántica cualquiera. Sí, es una de esas de chico conoce chica y se enamoran, pero hay mucho más en ella. Algo que, al final, hace que nuestras mandíbulas tiemblen tímidamente mientras se nos empañan los ojos. Porque esta es también una historia sobre el paso del tiempo, la enfermedad y las oportunidades que se pierden y se recuperan.
¡Olvídate de mí! (2004)
Esta aclamada película de Michel Gondry ha pasado a la historia más por romántica que por tristona, pero no se engañen : hay un dolor profundo en esta historia que, si has sufrido de males de amor, se te clavará dentro para no soltarte nunca. Una historia que roza el ‘sci-fi’ llena de metáforas visuales sobre sentimientos dolorosamente reales.
E.T., El extraterrestre (1982)
¿Quién no se emocionó con esa desgarradora despedida de ET y Elliot en esta película de Steven Spielberg? Un clásico del cine de los ochenta que no ha perdido ni un ápice de su intensidad, de su emoción y honestidad. Es una de esas historias que siempre nos hacen llorar al final, porque eso es lo que provocan las buenas historias.