Por qué puede explotar la batería de una computadora o teléfono celular
Las explosiones de baterías de litio, que llevan incorporados los teléfonos celulares, las tablets y las computadoras portátiles, como la que este lunes ha obligado a evacuar el metro de Madrid, son muy llamativas pero “anecdóticas” en comparación con el número de estos dispositivos en el mercado.
Así lo ha explicado a Efe el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ricardo Jiménez, quien opina que la tecnología que incorporan este tipo de baterías es “muy segura” y su probabilidad de combustión súbita es “muy escasa”.
Este lunes, la laptop de una pasajera en el subte de Madrid se incendió y obligó a interrumpir la circulación del convoy y a atender a nueve personas por crisis de ansiedad y a tres por inhalación de humo.
Las baterías de litio llevan media década en el mercado, son usadas allí donde hace falta tener “mucha potencia y se tiene poco espacio”, por eso, además de los dispositivos inteligentes, también lo incorporan desde bicicletas y monopatines eléctricos a una agujereadora inalámbrica.
Por qué pueden explotar las baterías
Su explosión se produce cuando hay algún fallo de fabricación o se ha generado por un golpe. Esto hace que la energía no circule adecuadamente y se genere un punto caliente en el que se acumula la energía y que es el que la perfora y genera la combustión espontánea, que habitualmente “se trata de una explosión suave” y nunca “violentamente como una olla a presión”, apunta.
Cuando se produce este tipo de incidentes, lo que se quema es todo elmaterial plástico del dispositivo, que genera mal olor.
Aunque la tecnología de esta baterías “es muy segura” y todas las baterías se prueban antes de comercializarse, este tipo de incidentes han comenzado a aparecer por llevar “al límite” los dispositivos.
“Si tienes 200.000 amperes en un metro cuadrado, estás apretando mucho la tecnología y todo tiene sus límites” explica el científico sobre la dinámica del sector, que desde hace años tiende a reducir el espacio y aumentar las prestaciones.
El incidente de este lunes en Madrid se suma a la deflagración de un móvil en un avión este verano y al del teléfono de un niño en Burgos, aunque su pico mediático fue con el modelo Samsung Note 7, que la empresa tuvo que retirar del mercado el año pasado.
La Vanguardia