Comer fuera de casa: desafíos de una alimentación saludable
En el marco de la celebración del Día del Nutricionista para toda América Latina, que se conmemora el 11 de agosto, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), destaca la importancia de una alimentación saludable para el cuidado del organismo y la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Una alimentación saludable es aquella que contiene una amplia variedad de alimentos ricos en nutrientes seleccionados de los 5 grupos básicos: vegetales y frutas, carnes y huevos, aceites y grasas, lácteos y harinas, y cereales. Además, debe ser baja en grasas y moderada en azúcares y sodio.
Para lograr que la alimentación saludable se transforme en un hábito y en un verdadero estilo de vida, es importante que comience en casa, y que se extienda y mantenga en otros ámbitos donde se realicen las comidas.
“Una de las claves para tener una alimentación saludable es pensar qué vamos a comer mañana, planificar la alimentación. Esto es fundamental, y debemos tenerlo presente, sobre todo cuando el almuerzo o la cena sucede fuera de casa”, aseguró el doctor Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina.
“Cuando no nos organizamos nos salteamos las comidas, comemos lo primero que tenemos a mano, y seguramente no vaya a ser la mejor opción. Planificar la alimentación nos permite además controlar la ansiedad, evitar comer entre comidas y comer más saludable”, agregó.
Para poder implementar el planeamiento y sostener una alimentación sana, compartimos algunas ideas prácticas y fáciles para aplicar:
– Pensar el menú de forma semanal con preparaciones simples y equilibradas, teniendo en cuenta los días que no vamos a comer en casa.
– Un buen recurso a la hora de ir al supermercado es llevar una lista de compras preparada previamente para elegir las opciones más adecuadas.
– Evitar ir al supermercado con hambre. Esto nos hace elegir mal y comprar de más.
– Una buena opción para el almuerzo laboral es preparar una vianda. Para facilitarlo, se puede pensar en preparar más comida para la cena y separar la porción que será el almuerzo del día siguiente antes de sentarse a comer. La comida preparada en casa suele ser más saludable.
– Utilizar especias para cocinar en lugar de sal, es fundamental reducir la ingesta de sodio en alimentos y bebidas para cuidar la salud del corazón.
– Llevar una botella de agua. El agua nos ayuda a controlar nuestro peso y siempre es la mejor opción para mantenernos hidratados. Incluso el agua tiene sodio, con lo cual es preferible elegir las que son reducidas en este mineral.
– Limpiar y preparar frutas y verduras semanalmente para agilizar las futuras preparaciones:
– Lavar, secar y guardar en la heladera las verduras de hoja envueltas en un rollo de cocina dentro de un recipiente cerrado.
– Al comprar zanahoria, repollo o remolacha, dejarlos ya rallados en heladera.
– Dejar el brócoli, coliflor, remolacha, papa o batata, hervidos o cocidos al vapor en un recipiente.
– Si no se dispone de tiempo o de ganas, no hay excusa, una buena opción y que nunca falla es comprar las bolsas de verdura congelada.
– Si las tartas o ensaladas representan un aburrimiento, el sándwich no está prohibido, siempre y cuando sea equilibrado. Algunas claves para armar un sándwich saludable es elegir:
– Pan árabe o integral (de salvado, centeno, multicereal u otro).
– Es importante sumarle proteína ya que van a brindar mayor saciedad, es decir carne, atún, pechuga de pollo fileteada, jamón cocido magro, queso por salut descremado o huevo picado.
– No olvidarse de los vegetales que le aportan color, volumen y fibra, además de diferentes nutrientes.
– Si se consumen frutos secos, galletitas o fruta como snack, controlar la porción. Lo ideal es separar en una bolsa para evitar comer todo el paquete.
Fuente: Docsalud