La venta de una figura que le deja una doble sensación a San Lorenzo
Aquel inolvidable entrenador de los Matadores, el brasileño Tim, siempre apelaba a la figura de la “manta corta” para referirse al juego y a los efectos de las diversas propuestas futboleras. Se trata de una ocurrencia que suele rescatarse muy seguido y que ahora también aplica a la transferencia repentina de Robert Piris Da Motta al Flamengo de Brasil.
Sólo restan acordarse algunas cuestiones impositivas, pero desde San Lorenzo ya confirman que el pase es un hecho. Por el jugador paraguayo que arribó en enero de 2017 como una apuesta, el Flamengo pagará 6.300.000 dólares. De ese monto, a San Lorenzo ingresarán 3.900.000 dólares. Es que cuando incorporó al mediocampista paraguayo de 24 años cumplidos este 26 de julio lo hizo gracias a una inversión económica del Villarreal de España.
Ahí acordaron que en una futura transferencia el club de Boedo embolsaría 1.500.000 de dólares. Luego, el excedente de esa cifra se repartiría en partes iguales con el club español. Entonces, San Lorenzo percibirá otros 2.400.000 correspondientes al 50 por ciento de los restantes 4.800.000. Por eso a la tesorería azulgrana aterrizarán 3.900.000.
Después, por supuesto, vienen las interpretaciones y las diversas lecturas. ¿Fue bien transferido? ¿Es un buen negocio por un hombre clave en una zona medular del equipo? ¿Resulta una cifra que justifica el golpe deportivo que representa la pérdida de un volante central titular y joven, con proyección y con presencias en la selección de Paraguay? Todo depende desde que lugar se lo analice.
La venta de Piris Da Motta es positiva si se repara en que San Lorenzo no invirtió un peso y, después de un año y medio en el que además utilizó al jugador, recibe casi 4.000.000 de dólares. Es real que podría haberlo retenido pensando en una transferencia más jugosa dentro de un tiempo, algo tan cierto como que el club de Boedo forma parte de un fútbol vendedor y vive una realidad puntual que demuestra que le cuesta una inmensidad colocar futbolistas en el exterior en cifras conmovedoras.
Aquí, claro, influyó el deseo del jugador, seducido por un contrato de cuatro años que le ofrece el Flamengo con números muy superiores a los de San Lorenzo, esperado en estas horas en Río de Janeiro para realizarse la revisión médica.
Observada desde la vereda de enfrente, la operación es negativaen lo deportivo. Piris Da Motta se trataba de uno de los aciertos de Claudio Biaggio y se había ganado el lugar en el corazón de la mitad de la cancha. Ahí había logrado San Lorenzo la renovación que se imponía porque el paraguayo supo reemplazar a Juan Mercier, el histórico campeón de América que culminó su ciclo en el club en el último torneo. Por algo el propio presidente Matías Lammens lo había señalado a Piris Da Motta como intransferible hace unos días. Pero apareció Flamengo con el poder del dinero…
A San Lorenzo le sucede algo parecido a lo que vivió en el inicio del semestre pasado, cuando peleaba el torneo con Boca y terminó transfiriendo a Ezequiel Cerutti, quien era determinante en la ofensiva, el más desequilibrante. Vaya si lo sintió el equipo, más allá de su clasificación a la Copa Libertadores.
Ahora, a un puñado de días del arranque de la Superliga y con las participaciones ya iniciadas en la Copa Sudamericana y en la Copa Argentina, se va Piris Da Motta y deja un lugar vacío en la mitad de la cancha. A un equipo al que le cuesta mucho desequilibrar arriba, vacío de luces y de fantasías, se le marcha una pieza clave para equilibrar desde el medio hacia atrás. No es un tema menor.
Desde la dirigencia del club de Boedo afirman que contratarán a un volante central de jerarquía. Ya había existido un cambio de planes después de la derrota con Temuco y de la preocupante producción futbolística que empujó a pensar en refuerzos ofensivos (¿llegará Matías Suárez, de Belgrano?) y que hasta impulsó el regreso a la acción futbolera con mayor intensidad del vicepresidente Marcelo Tinelli.
Ahora surge la obligación de incorporar también a un “5”. Es que se fue Piris Da Motta. Se viene otro grande desafío para el Pampa Biaggio. La manta de su San Lorenzo quedó todavía más corta.
Fuente: Clarín
