China Zorrilla: nueve décadas de puro arte
Un repaso por la vida de quien fue una de las actrices más importantes de la historia.
La dama de la escena, la actriz que todos querían, la señora solidaria, la uruguaya amada por los argentinos: China Zorrilla la reconocida artista que supo ganarse el corazón de muchas generaciones falleció a los 92 años tras una neumonía.
“Yo amo a la gente, aunque la gente no me ame”, solía repetir Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz, como era su nombre real.
Nació en Uruguay, su infancia la pasó en París y su adolescencia en Londres, luego eligió nuestro país para realizar su carrera artística y acá se consagró como una de las grandes, más grandes actrices de Argentina, y del mundo entero también.
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Hablaba inglés y francés, tradujo, adaptó y produjo importantes obras como “El barbero de Sevilla”. En 1961 fundó el Teatro de la ciudad de Montevideo junto a Antonio Larreta y Enrique Guarnero.
Fue protagonista de grandes clásicos del teatro de Beltolt Brencht, Antón Chejov, Shakespeare, y Calderón de la Barca, estuvo a la merced de los mejores directores y conquistó el cine y la televisión.
Se lució en “Madre coraje y sus hijos”, “La gaviota”, “Macbeth y Sueño de una noche de verano”, “Filomena Marturano”, “El diario de Ana Frank”, “Sabor a miel”, entre tantas.
“Un guapo del 900” y “La maffia” con Alfredo Alcón fueron las primeras películas que China rodó en Argentina. Luego llegaría la temporada de Mar del Plata donde reemplazó a Ana María Campoy en “Las mariposas son libres” junto a Rodolfo Bebán y Susana Giménez.
A partir de allí nació el romance eterno con nuestro país, hizo teatro y fue la heroína de los entrañables culebrones de Alberto Migré. Después llegarían “Alta comedia”, “La salud de los enfermos”, “Atreverse”, “El tobogán” y la recordada “Esperando la carroza”, un clásico nacional de todos los tiempos.
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En los últimos 35 años del teatro argentino, su nombre se repite una y otra vez. Cosechó éxitos como “Querido mentiroso”, “La voz humana”, “Encantada de conocerlo” de Oscar Viale, “Una corona para Benito”, “Una margarita llamada Mercedes” de Jacobo Langsner, “El camino a la Meca” de Athol Fugard y en la adaptación de “El diario privado de Adán y Eva” de Mark Twain que representó en 1985 y nuevamente en el 2007 junto a su compatriota y amigo Carlos Perciavalle.
Desde 1971 hasta su retiro en 2011, Zorrilla participó en más de 50 películas. Trabajó junto a grandes actores y humoristas argentinos como Antonio Gasalla, Enrique Pinti y enamoró a una nueva generación con “Elsa y Fred”, bajo la dirección de Marcos Carnevale, un film sin igual.
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En 2008 actuó en “Sangre del Pacífico”, dirigida por Boy Olmi. y en teatro uno de sus últimos hitoss fue haberle puesto el cuerpo a más de mil funciones de “Camino a la meca” a pesar de su cansado cuerpo.
Inteligente, verborrágica, graciosa, diplomática, China Zorrilla no era una improvisada. Se formó en los mejores lugares y trabajó junto a los más destacados artistas. Una actriz con un humor único que conquistó a públicos de diferentes lugares del mundo y dejó una huella imborrable: su arte.
¡Gracias, China!
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