viernes, noviembre 22, 2024
Tecnologia

China pone a prueba una autopista hecha de paneles solares

 
El experimento es la señal más reciente del deseo de China de innovar, y dominar, en el mercado cada vez más lucrativo y estratégicamente importante de las energías renovables. El país ya produce tres cuartos de los paneles solares que se venden internacionalmente, y su industria de manufactura de turbinas eólicas también está entre las más grandes del mundo.

El atractivo potencial de las carreteras solares -paneles solares modificados que se instalan en lugar de asfalto- es evidente. Generar electricidad a través de las autopistas y las calles, en vez de hacerlo en campos y desiertos llenos de paneles solares, podría ahorrar mucho terreno. Esta ventaja es especialmente importante en un lugar como China , un país muy poblado donde la demanda de electricidad se ha elevado rápidamente.

Debido a que las carreteras atraviesan y rodean las ciudades, la electricidad podría usarse prácticamente al lado del lugar donde se genera. Eso implica que prácticamente no se perdería energía al transportarla, como sucede con proyectos en lugares alejados. Además, el terreno es prácticamente gratuito, porque de cualquier manera se necesitan las carreteras. Las autopistas deben repavimentarse cada cierto tiempo, lo cual conlleva un gran costo, así que la instalación de paneles solares duraderos podría reducir el costo de su mantenimiento.

Las carreteras solares también podrían cambiar la experiencia de los conductores. Las bandas eléctricas que se calientan pueden derretir la nieve que cae sobre ellas. Los diodos que emiten luz y están incrustados en la superficie pueden proporcionar señalamientos iluminados para dirigir a los conductores hacia salidas o alertarlos sobre sitios en construcción y otros peligros de tránsito.

El problema con el asfalto es que se comprime ligeramente con el peso de los camiones. El silicón azul de las celdas solares, el componente que genera electricidad en los paneles, puede soportar el peso de varias toneladas. Sin embargo, las celdas, que son casi tan delgadas como el papel, se rompen cuando se doblan, al igual que una hoja delgada de azúcar. (Esto no es un gran problema en China, donde las autopistas se construyen con bases de concreto muy gruesas).

Aun así, los ejecutivos se sienten esperanzados. Dicen que la tecnología está lista y que no les preocupan las complicaciones de la construcción de las autopistas en Estados Unidos.

Fuente: la Nación

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